Extra 3) 2/2

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— ¡¡¿Por qué se tarda tanto?!! —

— ¿No sería mejor ir a buscarlo? Sabes que cuando se entretiene pierde la noción del tiempo. —

— No pienso entrar ahí, la última vez que lo hice salí traumado, no pude comer por una semana sin vomitar. —Podría sonar exagerado, pero es verdad. El trabajo de Wei Wuxian no era para cualquiera, y el hombre era, como decirlo, insensible ante los sensibles mortales. 

Lan Jingyi jamás olvidará como el hombre llevaba una cabeza humana en su brazo como si de una pelota de basquet se tratara. O como toqueteaba el torso de un cadáver como si fuera un juguete. Y lo más gracioso, era que en vez de ayudarlo después de provocarle pesadillas se reía de lo débiles que se habían vuelto los humanos.

Después de eso Lan Jingyi jamás se volvió a preguntar todo lo que había pasado el hombre para que pueda ver, oler y tocar un cadáver tan naturalmente como respirar. Lan Sizhui nunca había tenido la suerte de ver el oficio del demonio, y mentiría si dijera que no tenía algo de curiosidad por lo que hacía.

— Iré yo. —Se bajó del auto con seguridad.

— Como quieras, pero nada de vomito en mi auto. —

— Está bien.— Camino por el estacionamiento hacia el edificio. El lugar no era muy grande, las paredes despintadas y húmedas le daban una sensación abandonada algo tenebrosa. Los pasillos estaban poco iluminados dando una sensación inquieta en quien caminara. Lan Sizhui pensaba seriamente que el lugar solo tenía dos lámparas en cada pasillo para el ahorro de la luz. 

— Buenas tardes. —Se acercó a la recepción. — Estoy buscando al forense Wei Wuxian. —Dijo suave con una pequeña sonrisa.

La mujer mayor que atendía la recepción miró al joven de arriba hacia abajo, como si estuviera buscando algún parentesco. La señora se movió en su silla con ruedas hasta un micrófono al otro lado del largo escritorio de madera. — Joven Wei su hermano lo espera en la recepción. —Dijo en una voz neutra y perezosa. 

Lan Sizhui cada vez se acostumbraba más a que lo confundieran con un pariente del inmortal, fue hecho pasar como su hermano mayor en muchos lugares. Era normal que los confundieran, ya que tenían ojos parecidos y la gente los tomaba como familiares. No le molestaba, Wei Ying y Lan Wangji se volvieron como unos padres para ellos dos cuando Lan Xichen enfermó. 

— ¡¡Señora Li, podría dejar de mirar a mi querido hermano como si tuviera dos cabezas!! —Se escuchó cierta voz familiar, ruidosa y elevada. —¡Hola A-Yuan! Perdón por eso. —Miro a la mujer que seguía viéndolo fijamente. —Se nota que aquí no hay mucha gente viva. AJAJAJAJ —

— Señor Wei, esa fue una broma de mala muerte. — Respondió la recepcionista.

— AAJAJAJAJAJAAJA —El nombrado solo rió más fuerte, provocando una pequeña sonrisa en la mujer. Lan Sizhui había veces que le asombraba la facilidad con la que el hombre podía agradarle a las personas.

— DIOS, señora Li, cómo puede existir gente que diga que usted da miedo. —Dijo entre jadeos desesperados.

— Señor Wei, usted es la definición de un alma vieja en un cuerpo joven, los demás jovencitos de su edad son realmente malcriados y egoístas. —Dijo la señora, su expresión volvió a ser neutra y perezosa. 

— Que halago, nos vemos después no quiero dejar esperando a mi primo en el auto. —

— ¿Su primo, el jovencito que salió de aquí con la piel verde? —Preguntó, parecía realmente preocupada.

— Si, ese mismo. Le mandaré un saludo. —Dijo entre risas.

— Si, si. Ah, y dile que mi sobrina aún está esperando su llamada, esta niñita está obsesionada. —Dijo en una gran risa.

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⏰ Última actualización: Jul 24, 2022 ⏰

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Esperando (2020)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora