Boruto: las cenizas de una generación.

¡Pináculo Ninja! ¡La Primera Misión de Himawari! -Parte 1-

Año 146 del calendario de la alianza Shinobi. Amegakure: Aldea Oculta Entre la LLuvia.

A las 18:06 pm del 6 de junio una fuerza elite de Cazadores Anbu pertenecientes a la hoja fue desplegada tras el presente comunicado al Hokage en funciones:

"Lord Hokage, en la presente carta deseo exponer el temor que nos produce la idea de que nuestra tierra natal sea mancillada por inescrupulosos actos terroristas, todo a manos de la autoproclamada fuerza rebelde anti-konoha, nombre clave: Haname. Actos sencillamente injustificables según las clausulas del acuerdo de la alianza por la lucha humanitaria. Así que dada la presente crisis, me inclino humildemente en busca de su apoyo..."

CLAK-CLAK-CLAK CLAK-CLAK-CLAK

El acelerado ruido de los rieles metálicos producido al contactar con las ruedas del tren, era enaltecido por el eco de aquel largo túnel que transitaban a paso difícil, y sin embargo, la atmósfera intensa de concentración mantenida por los 15 Shinobi abordo de uno de los vagones (camuflado cuidadosamente para verse como uno de carga común) era absoluta, muy a pesar de que su cabina no gozara de ventanas que los expongan al ojo público, cada uno portaba una máscara blanca en su rostro que bajo ningún concepto se podrían quitar, inclusive la más joven entre aquellos ninja ajustaba su equipo con tal eficiencia que era un espectáculo para la vista, el escuadrón podría bien describirse como piezas de relojería fina, y Himawari Uzumaki era el engranaje mejor afinado.

De inmediato algo de luz comenzó a filtrarse entre las ranuras del vagón, y el sonido de la lluvia arremetiendo contra el casco de latón hizo eco en la cabina, solo para quedar rápidamente opacado ante el chillido brusco del freno de la máquina que, progresivamente, va disminuyendo la velocidad del tren hasta detenerle. Todo seguía oscuro en el vagón, pero la vista panorámica de una ventana era innecesaria, estaba claro como el agua: finalmente llegaron a su destino, la estación secreta de Amegakure.

Apenas hubo tiempo a salir del vagón, cuando ya estaban rodeados por una pequeña multitud, y dado los sentidos altamente entrenados de Himawari, no tardó en notar la presencia de varios ninja ocultos entre la niebla que poco a poco se acumulaba a lo largo de la estación.

-Caballeros, es un honor contar con ustedes en esta intervención.

El hombre que rompió el hielo no podía ser otro que el gobernante de Amegakure, podía decirlo por este nivel de seguridad a su alrededor, con respecto al hombre en cuestión, no se veía como un ninja en absoluto, pero su gestión había permitido a su región seguir adelante luego de la ocupación de Akatsuki, así que sus habilidades no eran cuestionadas por nadie de la alianza. A su izquierda se hallaba una pareja de 2 de Jounin veteranos, mientras que a su derecha se encontraba un hombre mayor cuya vestimenta formal contrastaba con su cara angustiada y sudorosa.

Era su primera vez fuera de la tierra del fuego, pero dado que, pese al clima espantoso, el mismísimo alcalde vino a recibirlos tan pronto pusieron un pie en Amegakure, hasta Himawari podía intuir que la falta de tiempo era alarmante. Conciente de esto, aunque sin dejar la etiqueta a un lado, uno de los Anbu se removió la máscara y dió un paso al frente.

-El honor es nuestro, gobernador, soy quien estará a cargo de esta operación.

Recién finalizada la reverencia, los altos mandatarios pudieron observar con claridad el rostro del Anbu, todos quedaron perplejos, uno de los Jounin incluso se vio incapaz de ocultar su disgusto mientras susurraba su nombre "Sasuke Uchiha..."

El portador definitivo de los genes del sabio, el último Uchiha... Lo último que se supo de él era que había desaparecido tras el juicio militar de hace 16 años ¿Acaso eran ciertos los rumores que rodeaban al nuevo Hokage? Muchas preguntas nacieron en torno a está revelación, el gobernador no podía terminar de procesar nada...