Nuestro Ataru original siempre deseó tener un harem, pero lo que él no sabe es que en cierto mundo paralelo su sueño finalmente se hizo realidad, ¿cómo es la vida de ese Ataru en ese universo? ¿Cómo logró enamorar a 4 chicas extraterrestres? Descúbr...
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Una noche solitaria es la descripción perfecta para nuestro protagonista Ataru, él se encontraba lleno de estrés, por el hecho de que sus padres se habían gastado nuevamente una parte del dinero que debían mandarle a él.
—A veces pareciera que se olvidan que tienen un hijo… Igual no es mi culpa que se tuviesen que mudar de la noche a la mañana debido a que papá consiguió un mejor puesto pero en otra ciudad… —Se dijo así mismo el joven mientras caminaba con ira y tristeza mezclada.
Para Ataru, el hecho de que él estuviese lejos de ellos, hacía que sus padres pensaran que ya no tenían un hijo, que podían utilizar todo su sueldo en sus cosas, pero la realidad no es esa. No obstante, sus pensamientos fueron interrumpidos al ver algo realmente imposible… Una chica estaba volando encima de los postes de luz, observando con cuidado los alrededores, aunque claro, Ataru justo estaba caminando por un lugar oscuro, quizá por eso no lo había visto a él. Ataru no se encontraba tan sorprendido, desde que supo el origen de Oyuki, los avistamientos de ovnis y alienígenas tomaban sentido, la Tierra era constantemente visitada por esos seres y ahora debía estar observando una prueba de ese hecho.
Pero la extraña se dio cuenta de que estaba siendo observada, Ataru se alteró un poco cuando vio que ella simplemente desapareció, iba a salir corriendo, pero un golpe fue suficiente para que Ataru se desmayara, él no lo vio venir. La chica misteriosa lo vio con algo de pánico, había sido descubierta y tendría que arreglar este asunto si no quería que su padre se enojara con ella. Agarró al joven y se lo llevó hacia su nave, tendría que borrar su memoria.
Finalmente, Ataru empezaría despertar con algo de dificultad debido a que había sido golpeado por una luz intensa, sus ojos trataban de acostumbrarse, cuando los abrió, se dio cuenta de que lo que pasó no fue un sueño, fue real y había descubierto a otra alienígena en la Tierra, se preguntaba así mismo entonces cuántas especies de extraterrestres no vivían entre los humanos camuflados, el solo hecho de pensarlo hizo que le corriera un escalofrío por su cuerpo.
—Vaya, es una lástima tener que borrarle la memoria a ese chico, es bastante guapo, me gustaría poder conocerlo, pero lamentablemente es algo imposible —Se escuchó la voz finalmente de la misteriosa chica, Ataru se puso tenso cuando se enteró de que estaba allí porque le iban a lavar el cerebro.
Ataru se hizo el inconsciente, tenía que pensar en una forma de escapar de donde sea que lo haya llevado esa terrible alienígena, no se precia en nada a Oyuki, a ella parecía no importarle que supiera su verdadera identidad, por ende, está chica debía tener planes negativos para los humanos. La joven buscó un casco que le mostraría exactamente el recuerdo que ella quiere borrar, no le parecía justo eliminar completamente su memoria del día de hoy, no sabía que cosas importantes debería seguir manteniendo.
Ataru abrió un poco el ojo izquierdo para saber que estaba haciendo la extraterrestre exactamente, justo cuando ella se acercó lo suficiente, no dudo en darle un cabezazo lo suficientemente fuerte para mandarla hacia atrás.
