Capitulo 5: Vamos a la galería de Arte

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-¿Ahora? Pero tenemos clases. Además, has faltado varios días.

El peli naranja seguía mirándola persistentemente.

-Un día más no es un problema para mí. Tengo un buen amigo en las mismas clases, puedo pedirle ayuda.

La azabache le miró con incredulidad, para luego de unos segundos, comenzar a reír.

-Eres realmente interesante.

- ¿No quieres ir?

-Si, vamos.

Y dicho esto, ambos se encaminaron hacia la exposición de arte contemporáneo.

La entrada estaba llena, como siempre. En la ciudad, la galería de Arte contemporáneo era uno de los lugares con mayor movimiento, sin mencionar que la exposición de pinturas era fenomenal, Amorodo también vendía sus pinturas por medio de aquel sitio. No era de extrañar que se convirtiera en el centro turístico de los aficionados al arte, como también de los jóvenes artistas.

"Está repleto, debí apartar algunas entradas vip"

- ¿Vamos por este lado?

Rukia tomó la mano del ojimiel, para guiarlo cerca de la entrada de empleados.

-Este es un espacio restringido.

-No si eres la hermana del curador de arte de este lugar.

Ichigo la observó, asombrado por tal revelación.

"Tiene sentido, el profesor me dijo algo por el estilo"

La ojivioleta pasó por la puerta, sin soltar la mano del muchacho. Se toparon a parte del personal del lugar, pero solo saludaron y siguieron su camino como si nada.

-Oh, allí está mi hermano.

El ojimiel llevó su vista hacia el frente, para poder conocer al susodicho.

Un hombre alto de cabello azabache, vestido con un traje blanco que le quedaba a la perfección, y un semblante serio. El peli naranja no sabía si las personas alrededor le prestaban atención a las pinturas, o a aquel hermoso rostro de él.

"¿Qué clase de genes son estos? Ambos hermanos son lindos"

La chica interrumpió sus pensamientos cuando se posicionó detrás de él.

-Espero que no me haya visto.

Y, como si el apuesto azabache hubiese escuchado, volteó su cara hasta donde se encontraban ellos.

-Creo que ya te vio.

Avisó el ojimiel.

Unos segundos después, el azabache se acercó hasta él, y tiró de uno de los brazos de Rukia para sacarla de su escondite.

- ¿Qué haces aquí? ¿No tenías clases?

El semblante serio del chico hizo que la joven se sintiera incómoda. Su brazo aún estaba atrapado en una de las fuertes manos de su hermano, aunque aquel agarre no le dolió en lo absoluto.

-Bueno...

La ojivioleta no sabía cómo responder.

-Yo la traje.

Ichigo tomó el brazo del joven frente a él.

-Yo la traje, ella me advirtió, pero de todas maneras la arrastré conmigo. Ahora, suelta su brazo, podrías lastimarla.

El peli naranja se sintió molesto apenas el azabache tomó con rudeza a la muchacha.

Pensó que, si no fuera el hermano de la chica, le hubiera propinado el golpe de su vida.

El color de tu corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora