Harry estaba completamente exhausto, al llegar a la Mansión Potter, Lily le había pedido amablemente a Flemont que le mostrará la habitación, por lo cual, el joven pelirrojo le había mostrado las escaleras y habían subido por estas hasta el segundo piso, donde caminaron por un pasillo cuyas paredes estaban decoradas con tapiz rojo y flores doradas (diría que era muy Gryffindor de su parte, pero no era una mala elección de colores)
Una vez que llegaron, Flemont lo dejo sólo para que se acomodada, antes de irse le dijo que cualquier cosa que necesitará sólo dijera Ittsy en voz alta y la elfa doméstica a parecería para atenderlo, así mismo dijo que Ittsy le hablaría cuando el almuerzo estuviera listo
Razón por la cual actualmente Harry había terminado de acomodar sus cosas y ahora estaba recostado sobre una cama con sábanas blancas, para ser completamente honesto, Harry estaba completamente arrepentido por haber aceptado la oferta de Remus, no le disgustaba pasar la navidad con su padrino, después de todo el hombre era una muy buena persona, pero pasar la navidad con sus padres y su hermano era una completa mierda, era preferible haberse quedado en el castillo con algún otro alumno que con los Potter, pero ahora no tenía elección.
Un leve bostezo salió de sus labios, por lo que sin saber que más hacer, se encogió de hombros, cerró la puerta de la habitación con un leve movimiento de dedos y cerró los ojos, decidiendo tomar una pequeña siesta antes de la cena
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Al final del pasillo se encontraba la habitación de cierto niño con cabello rojizo, el joven se encontraba mirando las fotos de su infancia, en cada imagen solo podía notar una cosa, "Una hermosa familia feliz y perfecta". Flemont era consciente de que todo el mundo lo veía como un niño dorado, otros lo veían como un niño arrogante, y otros como un estúpido, ninguno de esos comentarios era completamente acertados, era cierto que continuamente podía ser irritante para algunos, el mismo admitía que en muchos sentidos era un niño malcriado, pero nadie sabía exactamente lo que sucedía a puertas cerradas
Para la comunidad mágica la familia Potter era una familia perfecta, una pareja de magos poderosos y un hijo con un talento mágico esplendido, pero en realidad eso era solamente una fachada, una que Flemont al igual que los extraños también había creído.
Durante toda su infancia su madre, su padre e incluso Sirius Black, su padrino lo habían colmado de regalos y habían adorado el piso por el que gateaba, a Flemont nunca le importo, estaba completamente a gusto con ser el centro de atención, y a medida que crecía más gente lo adoraba, Dumbledore lo animaba a seguir el mismo camino por el que había crecido, y a Flemont no le hubiera importado seguir con esa misma vida, después de todo, habían pasado unos bonitos once años en los que él era el favorito, todo cambio cuando su carta llego.
La existencia de Harry Potter (o Harrison Ashford, como el niño insistía en que lo llamaran) cambio todo, Flemont había esperado ser igual de idolatrado en sus clases que como lo habían hecho en su infancia, pero rápidamente se dio cuenta que las cosas no eran así, su enamoramiento por Harry continuo no importaba que fueran hermanos, el niño era la persona más brillante y bonita que había visto en mucho tiempo, hoy en día podía admitir con algo de vergüenza que quizás había sobre exagerado, había llegado al punto de que incluso acoso al chico, quizás esa era la razón por la que Harry lo despreciaba, y Flemont lo entendía, esa fue la razón por la que dejo de molestarlo y trato de ser más amable.
En la mansión Potter todo había cambiado, o quizás Flemont comenzó a ser más consciente de las cosas o las personas que lo rodeaban, porque de apoco noto la poca cercanía de sus padres, noto como su padre miraba a su madre con cansancio y molestia, claramente ya no había amor, quizás nunca lo hubo, la mirada de su madre era una que Flemont no entendía del todo, por momentos parecía que no amara a su padre, como si estuviera buscando algo más, o a alguien más ( de vez en cuando su padre tenía la misma expresión en sus ojos, como si su corazón anhelara a alguien más) luego su mirada cambiara a una más calculadora, que amaba a su padre con algo que al parecer de Flemont rallaba con la locura, y en momentos tanto James y Lily se miraban como si estuvieran profundamente enamorados del otro. Flemont no los entendía, más de una vez había querido preguntar qué diablos les sucedía, pero nunca tuvo el valor, trato de hablar de esto con Ron, pero creyó que a su amigo no le importaría, hablar con Dumbledore al respecto no era una opción, sobre todo porque cada vez que se acercaba al anciano le daba escalofríos, quien una vez le había parecido un abuelo ahora no le generaba confianza.
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Distintas Caras de la Misma Moneda
FanfictionAquella noche del 31 de julio de 1980 dos niños nacieron y una profecia hicieron Un niño que naceria con el poder necesario para derrotar al señor tenebroso, nacido de aquellos que lo han enfrentado tres veces, pero cuando aquella pareja alla dado...