Nicolás Flamel

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Dumbledore había convencido a Harry de que no buscara otra vez el espejo de Oesed (o eso era lo que el viejo creía, ya que Harry estaba más ocupado que para buscar el endemoniado espejo, aparte de que sabía el daño que podría causarle a la persona que lo viera), y durante el resto de las vacaciones de Navidad la capa invisible permaneció doblada en el fondo de su baúl. Pero luego de aquella noche había comenzado a tener pesadillas, pesadillas y sueños en donde Nagini le decía que lo había usado como remplazo, en donde Draco y Pansy se burlaban de el por creer que eran amigos, cada noche era un sueño distinto, y también tenía los recuerdos del orfanato, siempre algo nuevo

Una noche entre sus pesadillas despertó, como tantas otras veces a Draco, el cual ya cansado por los gritos de su amigo se levantó preocupado, decidiendo ponerle fin a todo esto

-Muy bien ¿Qué fue lo que paso?- pregunto el rubio sentado en la orilla de la cama de Harry, mientras este lo miraba con ojos cristalizados

-No pasó nada- explico el

-No me mientas Potter, yo sé que el día que te dije que no vayas a ver el espejo de nuevo, tu no me hiciste caso y fuiste a verlo, el punto es desde aquella noche, andas teniendo pesadillas, se te nota en los ojos, ya tienes unas muy marcadas ojeras ¿Qué fue lo que paso esa noche para que estés así? Mira Harry, no quiero presionarte, pero eres mi amigo y me preocupas.

-Si te lo digo, te burlaras- dijo Harry

-Claro que no lo hare- dijo el ofendido de que Harry no le dijese nada

-Está bien, pero llama a Pansy, esto será muy importante, tiene que ver con el tercer piso

-Enseguida vuelvo

Harry se quedó mirando la puerta donde Draco se había ido, diez minutos después, entro Draco con una muy dormida Pansy, los tres tomaron asiento en el piso y Harry le explico lo del espejo a Pansy, ya que ella no sabía nada

-Ok, y se fueron sin mí, que malos Amigos- dijo ella

-Hay algo que deben saber de mí, para lo que les tengo que explicar a continuación, es sobre mi pasado- dijo Harry, ambos asintieron y escucharon atentamente

En una tormentosa noche de 1 de noviembre de 1981 un bebé, fue dejado en las puertas de un orfanato Muggle, donde una mujer llamada Miranda Cole recogió al niño en las puertas de su orfanato, esa noche ella junto a tres mujeres le pusieron nombre al niño, pues en la sesta donde él había sido dejado, solo había un papel con su fecha de nacimiento, fue así como el niño fue bautizado bajo el nombre de Harrison James Ashford, el pequeño niño fue creciendo, pero a medida que lo hacía se dio cuenta que él no era como los demás niños, pues el pequeño podía hacer cosas que los demás no, cambiarles el color de cabello a sus profesores dependiendo de sus emociones, lastimar a sus compañeros del orfanato si es que estos lo lastimaban a él, y muchas cosas más, pero debido a ese don especial, el tubo que ponerse una máscara para fingir ser quien no era

La primera era la de un niño educado, amable e inteligente, esta mascara era utilizada solo para las cuatro mujeres que lo habían acogido y puesto un nombre

La segunda era la de un niño frio e indiferente, está la usaba para los niños del orfanato, cuando estos habían comenzado a ver los indicios de magia accidental y comenzaron a llamarlo fenómeno, monstruo o lo que sea

Y La tercera era la de un niño tímido, inteligente y educado, esta era utilizada por el niño solo con las personas que le enseñaban en la escuela o con la gente que no conocía

Aunque el niño había tenido un amigo en aquella residencia, un chico que escuchaba sus deseos sobre una familia, un chico que siempre estaba allí para él, pero cuando el niño cumplió cinco años, se enteró que su amigo solo lo había utilizado y se había acercado a él solo por una apuesta que él había perdido, la cual era que tendría que pasar tiempo con el fenómeno y ganarse su confianza, de esta manera cuando "el fenómeno" se dio cuenta de la verdad a sus cinco años, se prometió así mismo a no confiar en nadie más, en no volver a ser un niño ingenuo, fue así como el pequeño niño de ojos verdes cerro su corazón y se volvió más frio, el niño que había perdido la apuesta fue adoptado, asique Harrison no pudo hacerle nada para vengarse

Distintas Caras de la Misma MonedaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora