Distintas Caras de la Misma Moneda

Callejon diagon

El sábado por la mañana Harry se despertó lo más tranquilo posible y se fue a dar un baño, mientras esto pasaba el recapitulaba lo acontecido ayer, todavía no le caía a la idea el hecho de ser un mago y más aún sino que había una comunidad entera que se ocultaba de los muggle (referencia que le había dicho Nagini sobre la gente sin magia) y el creía que esa era la mejor palabra que podía existir demostraba lo superior que era de ellos

Al salir se puso unos bóxers negros y entre su poca ropa gastada y usada debido a las donaciones, decidió usar una camiseta negra, junto a unos jeans azules y un polo verde, junto a los zapatos de la institución, y aun que no le gustara que la ropa se notaba desde lejos lo gastada que estaba, no tenía otra cosa más presentable

Se acercó al espejo y trato de peinar sus cabellos, atándolos con una cinta azul eléctrico para después agarrar sus anteojos, hizo una mueca al ver sus lentes que tenían cinta para que no se rompieran más de lo que estaba, se dio la vuelta y vio como Nagini iba despertando de su sueño

Cuando Nagini abrió sus ojos y vio el cuarto donde estaba creyó estar de nueva cuenta en la época donde recién pasaba un par de meses desde que Tom la había comprado, pero al buscar a su amo y ver al niño que estaba al frente suyo se dio cuenta de que no era así y recordó el suceso del día anterior donde encontró al joven Potter, el cual vivía en el orfanato donde una vez ella había estado y no solo eso sino que en el mismo cuarto de su maestro, y ahora delante suyo estaba Harry Potter, recordó lo que le había prometido así que cuando el niño la saludo y extendió su mano para que se ocultaran debajo de sus ropas así lo hizo

Para Harry no se le hizo mucho problema salir del orfanato después de todo con una tierna sonrisa y las palabras adecuadas la señora Cole le dejo salir prometiéndole que estaría allí antes de que oscureciera, y a Harry no le quedo de otra que aceptar. Caminaron por más de media hora hasta que llegaron a Londres, Harry busco con la mirada un pequeño pub que decía Caldero Chorreante, (Nagini dijo que solo los magos podían verlo) Una vez encontrado camino hacia el, y entro de manera calmada

Harry camino hasta llegar a la barra, donde se encontraba un hombre, Harry supuso que era el dueño

"Buenos días jovencito ¿no eres muy joven para estar aquí?" -le pregunto el tabernero y Harry haciendo uso de su máscara de niño bueno respondió

"Vera señor, recientemente me he enterado que soy un mago y quisiera saber si me podría ayudar a ir al callejón Diagon" -dijo Harry ladeando la cabeza y moviendo un poco las pestañas en forma inocente

"Claro que sí, no tienes por qué preocuparte te ayudare en lo que necesites" -le dijo el hombre

Lo llevo a la parte trasera donde había unos contenedores, y parándose en frente de un montón de ladrillos le dijo- "Te recomiendo que aprendas el patrón así cuando tengas tu varita lo podrás hacer tu solo" Luego de eso hizo un patrón con su Varita en los ladrillos, minutos después, la puerta al callejón Diagon se abrió y el hombre se giró para mirarlo con una sonrisa- Bienvenido a Diagon Alley cualquier cosa que necesites solo pregunta por Tom, ese es mi nombre, que te diviertas niño

Harry abrió sus ojos sin apartar la mirada de la entrada, apenas escucho a Tom despedirse. Harry salió de su sorpresa inicial, para pasar al otro lado, luego, levanto su cabeza y miro por sobre su hombro, solo para notar que la pared había vuelto a su forma original

El sol brillaba iluminando numerosos calderos, en la puerta de la tienda más cercana. «Calderos - Todos los Tamaños - Latón, Cobre, Peltre, Plata - Automáticos - Plegables», decía un rótulo que colgaba sobre ellos.

"¿Hacia donde hay que ir Nagini?" Pregunto Harry suavemente

La serpiente saco su cabeza de la ropa del niño y respondió "Gringotts, es el banco de los duendes, solo sigue la calle hasta que te encuentres con un gran edificio blanco, es imposible que te pierdas" y luego de esas instrucciones volvió a esconderse