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Bondad

Hitoshi Shinsou

Hitoshi estaba abrazando sus piernas cuando la puerta del sótano se había abierto.

Sus ojos dudaron al enfrentarse nuevamente a la luz después de haber pasado lo que sentía que había sido una eternidad en la oscuridad absoluta del sótano.

-Es miércoles, prepárate para ir a la escuela.

Hitoshi solo asintió antes de dirigirse a su cuarto, tomar el uniforme que tenía de reserva y dirigirse a la ducha.

Solo se le permitía bañarse con agua fría, lo cual estaba bien esta vez, Hitoshi se sentía atontado, había pasado un día entero en ese lugar, no había podido comer por lo que además del hambre, se encontraba débil por la ansiedad que lo había acompañado.

A Hitoshi le urgía el aire del exterior, de dijo que estaba bien, no cometería los mismos errores, no haría nada que volviera a molestar a los Fushiguro.

Su mano se apoyó por un momento en el marco de la puerta, necesitó un par de segundos para estabilizarse y poder continuar,  cerró los ojos mientras el mareo pasaba, el silencio fue interrumpido por un gruñido de su estómago, Hitoshi se moría de hambre.

Termino con su ducha, el olor a comida llegaba hasta el final del pasillo, la familia de encontraba desayunando y debido a la falta de hambre, casi considera ir hasta la sala y usar su habilidad en ellos para poder conseguir aunque sea un bocado.

Aparto la idea de inmediato tan pronto como se le había ocurrido, se preguntó si con el rumor podría hacer que además de controlar a las personas pudieran olvidar esa acción. Con su antigua familia de acogida parecía haber funcionado, al menos era lo que Hitoshi creía.

Hitoshi estiro sus brazos, espanto el dolor de espalda que tenía y después de tomar sus cosas decidió salir de casa, llegaría a la escuela con algo de tiempo, pero era obvio que no desayunaría.

Había aflojado un poco su bozal, lo suficiente para que no se notara y el no se sintiera tan sofocado por el.

Cuando Hitoshi pasó por el pasillo que daba a la puerta de entrada, el olor a comida lo invadió de inmediato, los ojos de los señores Fushiguro se postraron en el.

-Bueno, al menos te ves presentable pequeño bastardo.

Hitoshi asintió aunque había visto las ojeras sobre su rostro, el estaba más cercano de parecer un cadaver en estos momentos.

-Recuerda Shinsou, esto lo provocaste tú mismo, fue tu culpa el no haber seguido las reglas.

-Asi es pequeño mal agradecido, si te comportas puede que hoy recibas comida.

Hitoshi solo pudo asentir, el sonido que hizo su estómago ante la mención de comida fue tal que la señora Fushiguro lo notó.

-Que ese sonido sea recordatorio de que tienes que cumplir con las reglas.

Hitoshi hizo un leve gesto con su cabeza antes de dar media vuelta y salir a la calle. El sol era bienvenido sobre su rostro, la mañana era ajena a la enorme tormenta en su interior.

Pero aún así era otra prueba de que a pesar de los obstáculos que le lancé la vida, el no se detendría, el entraría a la escuela de héroes y no solo eso, al curso de héroes. El cumpliría su sueño. Se prepararía, soportaría cada golpe, cada insulto y le probaría a todos los que dudaron de el que incluso alguien como el, alguien con su don, podía dedicar su vida a salvar a otros.

Hitoshi emprendió el camino, la escuela era ahora menos tolerable, pero al menos no estaba más en ese oscuro sótano. Saco su tarjeta del tren y espero en los andenes. Trataba de ignorar a las personas que se le quedaban viendo, que se preguntaban por qué  llevaba eso en el rostro.

Chosen Family (Familia elegida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora