TE AMO NERU, LA VILLANA DEL FANFIC MÁS HORRIBLE QUE HE LEÍDO Y DONDE REENCARNÉ

El isekai es real

Bueno, mi verdadero nombre es Ana María Guadalupe Hernández Fernández, o sólo Anita Hernández, soy de un país tercermundista, una adulta joven de 18 años que en sus tiempos libres disfruta de leer los peores fanfictions que me puedo encontrar por internet, ya saben Wattpad es una gran mina de oro, y pues resulta que la última vez que leí ahí me encontré con una historia de Vocaloid, un fandom en el que solía estar hace años y desde un tiempo para atrás no estaba muy enterada de nada, era una historia con la primicia del harem de la tal Hatsune Miku, varios personajes tenía para escoger, ya saben, los típicos husbandos, Len, Kaito, Gakupo, Akaito e incluso la waifu Luka iba tras ella, una lastima que el fanfic no tuvo un final y quedó con una nota de la autora que comenzó escribiendo esta cosa con las patas a la edad de 13 años diciendo que ya no tenía tiempo para escribir y blah blah blah blah, cuántas veces no he visto lo mismo de esos autores tan irresponsables, en fin, lo raro del asunto es que lo último que recuerdo haber hecho antes de tener un pequeño accidente en la maquila en la que trabajo es haber leído esa cosa en la hora de descanso.

— ¡Miku-nesan! Levántate.— Esa voz me despertó y ahí lo vi a él, parecía un avatar anime pero ¿Real? No sé cómo explicar esta mierda.

—¿Miku? ¿Qué chingados? — Al verlo mejor me di cuenta de algo. — ¿Eres Miku hombre? Digo, ¿Mikuo?

—Oneesan, dices cosas muy raras, ya levántate, que es tu primer día de clases de regreso a nuestra ciudad natal ¡Verás a tus amigos de la infancia! En la academia Vocaloid.

— ¿En la academia Vocaloid? — Esto... Juro que es el maldito inicio de ese fanfic que leí justo en la hora del descanso... ¿Qué clase de sueño es este?

— ¡Exacto! Oneesan, ya vístete rápido, hice de almuerzo puerros que son tu comida favorita.— El Miku hombre salió de la habitación.

Que carajo... Fui de inmediato a buscar un espejo y ahí me vi, era la que en mi mundo conocían como Hatsune Miku, la cantante holograma vocaloid esa tan famosa. Esto no puede ser posible, justo recordé que hace un rato vi mis tripas salir de una máquina en el trabajo, se sentía horrible, obviamente no pude sobrevivir a eso ¿Y justo reencarné en la última historia que leí? si hubiera sabido que estas cosas de isekais pasan mejor habría leído por milésima vez mi manga favorito, aunque bueno. —Me miré mejor al espejo y posé de manera sexy.— En mi vida no era muy linda que digamos y aquí tengo tremendo diseño de personaje, esto es tan surreal que lo tengo que disfrutar... Aunque, me acordé que esta horrible historia trata sobre una especie de harem, y digamos que no soy fan de ninguno de esos personajes, ahora tendré que tolerar a esos insufribles y mal escritos de por sí. En fin, fui a buscar la ropa y en efecto el clóset estaba lleno de la misma ropa de Miku que todos conocen, todas las faldas, camisas, es tan gracioso tener que llevar esto como si fuera ropa normal, a una maldita academia llamada como un sintetizador de voz, no sin antes que comer puerros.

Cuando me vestí tal y como si fuera cosplayer bajé por el almuerzo, y sólo era un platillo lleno de puerros.

— Tal y como te gustan, Miku-ne.— Mi hermano el genderbend me sonrió.

— Uh, gracias.— Me daba asco de tan sólo verlo y muy apenas lo probé y por alguna razón me gustó mucho, tanto que me lo comí todo de golpe.— Es tan delicioso, esto debe ser el poder del guión, carajo.

— Por cierto, debo de darte una plática antes de que te vayas, sé que lo de nuestros padres fue duro, pero juntos tenemos que salir de esto.