Rin salió esa mañana casi corriendo de su departamento. Irremediablemente, llegaría tarde a su trabajo, aquella era otra consecuencia de la magnífica noche que había pasado. Pero no dejaba de convencerse a sí misma de que había valido por completo la pena.
Al llegar a la entrada de su edificio se encontró con algo que no esperaba. El hombre de cabellera plateada estaba recargado en su auto, mientras fumaba un cigarro. Rin lo miró un instante sin creérselo, ¿La estaba esperando?
—Sesshomaru —se acercó a él a pasos lentos, siendo rápidamente atravesada por su ambarina mirada.
El hombre sacó algo del bolsillo de su chaqueta y se lo extendió. La muchacha se quedó unos segundos procesando, y preguntándose en silencio cuál sería el contenido de aquella caja rosada.
—Debes tomarla cuánto antes —pronunció su acompañante con calma.
Y una vez tuvo aquello en sus manos lo examinó dándose cuenta de lo que se trataba. ¡No puede ser! Exclamó una vocecita exaltada. ¿Acaso no se habían cuidado y hasta ahora se daba cuenta?
Rin sacó inmediatamente una botella de agua mineral que guardaba en su lonchera. No le importo realmente que estuviesen en un sitio público y tomó la píldora como si su vida dependiera de ese medicamento. ¡Por Dios, pero que irresponsable era!
El hombre sonrió tenuemente al ver su desesperación y sus movimientos tan atropellados. A pesar de su evidente nerviosismo había logrado llevarse la pastilla a la boca sin soltarla. ¡Increíble!
—Te llevo —le dijo sacándola de su estado de reprimenda interna.
Rin agradeció y subió al auto en silencio. Realmente no sabía qué decir y no podía dejar de acusarse en silencio por ser una completa irresponsable. Debió preguntarle antes de que introdujera su miembro en ella, si estaba usando un condón.
Un embarazo no era lo único preocupante en esta situación. Ella nunca había estado con un hombre, sin embargo, él seguramente había estado con una lista interminable de mujeres. ¿Y con ninguna se cuidaba? ¡Santo cielo! Tal vez debería visitar al médico cuánto antes.
—¿Qué ocurre? —para Sesshomaru no pasó desapercibida su expresión de preocupación.
—¿Nunca utilizas condón? —soltó sin más la pregunta, ruborizándose al instante. Es que el recuerdo de la noche anterior llegó a su mente, invadiéndola completamente.
Sesshomaru bufo apretando el volante. Era obvio que aquella pregunta de cierta manera lo había ofendido. ¿Acaso lo creía un chiquillo?
—Siempre lo hago —se limitó a decir.
—¿Siempre? —Rin lo miró de forma incrédula —. Eso no es lo que parece.
Y Sesshomaru frunció un poco más el ceño, porque tenía razón, aquel historial de perfecto cuidado, había dejado de existir desde el momento en que se introdujo en ella, sin pensarlo.
—Digamos que fuiste la excepción.
—¡Oh, vaya! Me siento halagada —Rin no pudo evitar reír sonoramente.
—Tú tienes la culpa —Sesshomaru cortó de repente su carcajada.
—¿Y cómo es qué la tengo?
—La tienes, por ser tan... —la miró por un segundo con intensidad más no concluyó la frase, mostrándose frustrado.
—¿Tan? —Rin se moría por saber qué era lo que seguía.
—Esta noche quiero repetirlo —fue lo único que dijo, con completa seriedad.
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CORAZÓN ALMIBARADO | SESSHRIN
FanfictionEl amor no siempre es un cuento de hadas, a veces duele tanto que el corazón se quebranta. Y su dulce e ingenuo corazón, cayó rendido bajo el hechizo que lo envolvió al contemplar aquella dorada mirada. Rin guiada por la casualidad o tal vez el des...