extra 🐱🐰 pt. 2

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Estar entre los brazos de Jungkook siempre había sido la mejor medicina para el corazón de Yoongi. El rubio tenía la calidez necesaria para hacerle sentir protegido, amado y sobre todo en paz consigo mismo. Sin embargo en ese momento, y gracias a los incesantes pensamientos que no dejaban su cabeza en paz, sólo sentía que en cualquier momento las cosas terminarían arruinadas.
Yoongi era una persona bastante simple, no decía lo que quería, sin embargo sus expresiones en ciertas ocasiones tendían a ser demasiado obvias, aunque Jungkook era la persona menos consciente de lo que sucedía a su alrededor así que tampoco podía culparlo de nada.

Al final del día Jungkook no tenía la culpa de sus inseguridades, después de todo el rubio siempre le preguntaba si algo no estaba bien, sin embargo, Yoongi temía tanto decir las cosas como eran por la latente preocupación de cuál fuese a ser la reacción de Jungkook.
Ya que nunca había estado en desacuerdo con él le aterraba que si sus opiniones no coincidían por una vez el más alto le recriminara por lo mismo.

Soltó un último suspiro pese a todo lo que venía pensando desde hacía un buen rato ya, aferrándose al torso de Jungkook mientras este le dejaba pequeños besos en la cabeza junto a caricias dulces en la cintura.

—Me alegra que terminaras rápido —Jungkook murmuró—, era raro coincidir últimamente.

Y realmente lo era. Ambos estaban a unos cuantos meses de culminar finalmente con sus carreras, adultos de veintitrés años que pronto saldrían a enfrentar la realidad del mundo.
Las carreras de ambos eran demandantes a su manera; Jungkook al ser estudiante de criminología tenía más trabajo de campo del que tenía Yoongi. Visitas a laboratorios, otros cuantos a hospitales e incluso con la policía. Mientras que por otro lado Yoongi al ser un amante de los animales había optado por veterinaria, lo cual no conllevaba un trabajo de práctica igual de atareado, sin embargo seguía robando bastante tiempo de sus días.

Coincidir en esos meses era la tarea más difícil a la que ambos se habían enfrentado, siendo ambos de carácter cariñoso era bastante complicado estar el uno sin el otro.
Yoongi podía no externarlo, sin embargo adoraba la manera en la que Jungkook siempre era de lo más dulce en cualquier situación, lo llenaba de besos y palabras bonitas en todo momento, así que claramente había extrañado todo eso.

—Te dije que no era tanto lo que tenía qué hacer —respondió entre pequeñas risas—, acabamos pronto, Tae me ayudó.

Jungkook le observó con recelo ante la mínima mención del pelinegro, sabía que no se llevaban bien y que probablemente el rubio estaba ideando miles de maneras en las cuales pudiese iniciar una pelea con el pelinegro.

—Ya veo —afirmó, aferrándose al torso de Yoongi y meciendolos de lado a lado—. Como sea me alegra que ya estés aquí conmigo.

—Eres un bebé consentido.

—Tú eres el verdadero bebé consentido —Jungkook rebatió—, ¿algún plan para esta noche?

—B-Bueno... eso creo.

No tenía realmente un plan, eso estaba más que claro.
Aún no podía darle un fin a las interminables ideas y pensamientos arremolinados dentro de su cabeza. Por un lado sólo quería permanecer en los brazos de Jungkook toda la noche, entre mimos y conversaciones divertidas como siempre, sin embargo también ansiaba poder externar lo que tanto lo estaba molestando, pues a ese punto le preocupaba más el que pudiese pasar con él si seguía reprimiendo sus sentimientos que lo que pudiese decir Jungkook si no estaba de acuerdo con él.

Tal vez lo que había dicho Taehyung había ayudado un poco, tal vez el haber observado la manera de actuar de su mejor amigo con Jimin también había ayudado. Tal vez también ya estaba cansado de sentirse así consigo mismo y quería por primera vez en su vida hacer las cosas como él las quería, decir lo que deseaba y sobre todo ser escuchado.

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