La apuesta

¿Qué puede salir mal?

En la mañana Seungkwan le envío la dirección a Bin y una sonrisa se formó cuando se dio cuenta que eran vecinos de edificio. Golpeó a la puerta de su nuevo compañero nervioso, su estómago era un nudo y sus manos sudaban, qué diablos estaba sintiendo? Por qué parecía una cita?
- Hola Bin
- Hola
- Quieres pasar? Demoraré un segundo más. Te costó llegar? – el chico sonaba casual, nada en comparación a Bin, que casi sentía su cuerpo temblar
- De hecho vivo en el piso 3
- De verdad? Que bueno que tendré a alguien cerca. Soy malo haciendo amigos.

Bin se relajó cuando Boo, que le pidió lo llamara así, le ofreció una chocolatada. Todo fluyó natural, la conversación, la cercanía, parecía que se conocían incluso si eso era imposible, tenían tanto en común, pero su corazón lo presionaba, qué haces? Dónde están tus sentimientos por Sanha? Sé que lo amo, Boo es solo una persona nueva en mi vida, al menos eso se decía.

Ser amigos fue fácil y con las semanas Bin le mostró todo lo que necesitaba saber, ni una vez habían hablado sobre sus traumas, tal vez se sentía bien tener a alguien que no supiera los pormenores y solo lo mirara como el chico que quería ser, que quería seguir con su vida y reconstruirse. Lo llevó a todas sus clases, le mostró el campus, las bibliotecas, el casino y dónde caminar o no de noche. Lo llevó al karaoke y también a andar en bicicleta. Le mostró las estrellas en el observatorio y su libro favorito en un picnic en el parque. ¿Qué es esto nuevo que siento? ¿Son acaso mariposas de amor?

Nunu, Rocky, Jun y Jinnie aceptaron a Boo muy bien y veían las chispas que nacían entre él y Bin cada vez que estaban juntos. Ya a mediados de semestre comenzó la temporada de fiestas y Bin se sentía lo suficientemente seguro como para salir, pues desde que había ocurrido "el incidente" era reacio a estar con demasiadas personas en situaciones que combinaran alcohol o acercamiento corporal.
- Bin no tienes que hacerlo si no quieres
- Rocky estoy bien de verdad pero... no me dejes solo de acuerdo??
- Claro – Rocky lo miró con una sonrisa que se tornó sombría cuando recordó la última vez que fueron a una fiesta, y su cerebro rememoró lo ocurrido con Sanha y Eunwoo-  Bin… qué pasó con el detective que contrataste?
- Hmmm… dijo que Sanha se fue al extranjero, no leí el expediente
- Por qué?
- Porque… - Boo pasó como el aleteo de una mariposa por sus pensamientos – porque como dijiste, necesita estar solo, ahora lo entiendo, al menos lo intento.
- Está bien, vamos, debemos recoger a Nunu.
- ¿Cómo va eso? – le preguntó con una mirada coqueta
- Pues… - el chico se sonrojó mas de la cuenta
- NO ME DIGAS
- Sii… nos besamos ayer
- ¿Cuándo fueron a comer? - preguntó dando saltitos como quinceañero, estaba demasiado feliz porque sabía que Nunu y Rocky serían perfectos juntos.
- Sí, sus labios son tan suaves Bin, es lo que siempre soñé
- Eeeekkkk, no quiero las partes candentes gracias
- No seas idiota – ambos rieron, su amistad se había fortificado con el paso de los meses
- Estoy muy feliz por ustedes.

Bin y Rocky mensajearon a los chicos y a las 9.30 estaban bailando en el centro de la fiesta, Jun y Jinnie se escaparon silenciosamente a una de las habitaciones de la mansión, los besos subieron de tono y se entregaron al placer carnal entre gemidos y suspiros. Sin embargo, Jun estaba distraído y no quería volver a la fiesta, por eso se quedaron entre las sábanas, acariciándose con cariño y lentitud, hasta que los pensamientos del mayor resonaron con demasiada fuerza en su cabeza.
- Tengo miedo
- De que amor? Cerramos con llave – Jun le pegó en el brazo por su bromita
- Esto es serio
- Perdón amor
- Tengo un mal presentimiento
- Nada malo va a pasar, Rocky y Nunu están bien, Bin y Boo son casi almas gemelas ¿qué puede salir mal? – Jun no le contó de la sombra que vio, no estaba del todo seguro… su novio tenía razón ¿qué puede salir mal?

En la pista de baile Bin se comía con la mirada a Boo ¿podía sentir realmente amor por este chico tan dulce? Casi un año había pasado desde la última vez que vio a Sanha, que lo abandonó, nunca lo quiso ver, nada de búsqueda, ni una mísera carta de su parte. Tal vez nunca le importé.
- Vamos afuera? Tengo un poco de calor – propuso Boo luego de un rato
- Sí claro, vamos
- Te he dicho que eres lo mas hermoso que he visto? – confesó el mas bajo mientras tomaba la mano de Bin, que se puso tímido y sonrojado por la abrupta confesión.
- Solo lo dices porque estas ebrio
- Puede que si pero… es la verdad.

Habían llegado al jardín más alejado de la mansión, se sentaron en troncos esculpidos como asientos, uno frente al otro, sin notar a la tercera persona que los observaba.
- Bin yo… ¿qué piensas de mi?
- Yo? Creo que eres fabuloso ¿y tú?
- Creo que me enamoré de ti – Seungkwan se paró y tomó la mano del otro para quedar frente a él – me enamoré y no quiero ser solo tu amigo
- Boo...
- ¿Quieres ser mi novio? – susurró es su oído, dejando que su aliento tibio rozara su cuello
- Sí – Bin se sintió cohibido, pero su boca habló antes de pensarlo.

Sin necesidad de decir más, se besaron bajo la luz de la luna, con el sonido de la fiesta tras ellos, nada mas importaba en ese momento. Bin sentía como Boo inundaba cada uno de sus pensamientos, como su lengua borraba cada rasgo de cualquier otro que lo había tenido, y allí los miraba ese fantasma, esa sombra en la oscuridad, con las mejillas llenas de lágrimas y el corazón que intentaba sanar mas roto que antes. Tal vez Sanha había regresado muy tarde.

Luego de los besos clandestinos que querían convertirse en algo más, atrás quedó la fiesta para la nueva pareja, Boo subió a Bin a un taxi y lo llevó a su departamento, los besos escalaron y la ropa voló, pronto estaban ambos en boxers jadeando de placer en la pequeña cama, Bin se sentía un poco incómodo sí, pero no podía negar que lo disfrutaba. Las caricias de Boo tomaron más calor e intensidad, y eso alarmó un poco a Bin, un nalgazo fue la primera señal
- Boo – pero el chico no paraba, agresivamente empezó a morder el cuello de Bin – Boo… - las manos en el cuello del joven comenzaron a asustarlo – Boo detente.
Por suerte Bin era fuerte y se lo sacó de encima
- ¿Qué pasá? No te gusta? – dijo en un murmullo lleno de extasis.
- No, me… me estoy poniendo nervioso
- No pensé que fueras tan buenito Binnie – sus ojos seductores cautivaron a su ahora novio, por lo que lo dejó pasar y volvió a la acción.

Pronto la actitud agresiva de Boo llevó a los pensamientos de Bin a la noche que el padre de Sanha lo secuestró, por muy sensuales que pudiese parecer esas caricias, en su mente era más amargura que placer, si no se detenía pronto un ataque de pánico se acercaría, por lo que Bin se sentó en la cama un poco hiperventilado
- Vamos – Boo tomó a Bin por las muñecas y lo arrojó a la cama de nuevo – va a ser muy placentero. Bin comenzó a temblar y sentía ganas de llorar, esto no estaba bien y no quería más
- Suéltame
- Ay Bin
- Déjame por favor – sus brazos se sentían como gelatina y sus piernas no respondían, Boo tomó una corbata e intentó atarle las manos, cuando el timbre del departamento sonó.
- Me lleva…- Boo fue a abrir la puerta y se encontró con su vecino borracho, era algo que pasaba a veces, el vecino perdía las llaves y le pedía una copia que guardaba en el departamento de Boo.

Bin tomó rápidamente sus cosas y salió, estaba en shock. No es que el chico lo hubiese lastimado, pero no podía encontrar placer en sus gustos, solo le traían malos recuerdos.
- Binnie qué haces?
- Me voy, quiero irme
- Bin, por favor
- Seungkwan me voy – le dijo sin mirarlo y pasó entre él y su vecino, bajó rápido las escaleras y llamó a Rocky, necesitaba estar con alguien, no se sentía seguro.

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Holaaa, espero estén bien ^^
Como puse antes estoy re editanto esta historia y no quise sacar la última parte aunque pensé en reescribirla para darnos un Boo meloso, pero si me demoré una pinche eternidad en escribir eso así que lo dejo.
Les gustó? Parece que siempre pasan cosas no tan buenas en las fiestas xD
Cuídense