- Ya se la verdad- Akio miraba fríamente a uno de sus padres -Engañaste a papá y a mi me quitaste la posibilidad de una familia completa, ¿no crees que fuiste egoísta?
Al escuchar eso Eijiro no pudo evitar recordar ese momento donde todo se rompió - ¿quién te dijo eso? - el horrible recuerdo de el día que salió de casa volvió, soltó un suspiro pesado y miro fijamente a su hijo.
Nada tenía sentido, Eijiro repasaba una y otra vez las palabras que su único hijo, un adolescente de 16 años acababa de soltar, los dos se encontraban en el comedor de su departamento desayunando como cualquier otro día cuando el tema salió a flote.
- Escuche a Papá, el se lo dijo a la tía Fuyumi - la cara siempre amable del joven ahora solo contenía una mueca de duda -¿Porque nunca me cuentas porque se separaron?, es decir, ya no soy un niño.
El sonido de la puerta los alertó a ambos, a lo que Eijiro solo le lanzó una mirada comprensiva a su pequeño niño - Hagamos algo, no puedes llegar tarde a la UA ni yo a la agencia, pero te prometo que el fin de semana me lo tomare para ti, y te contaré todo - Dicho aquello pudo ver como la actitud del joven cambiaba y volvía a mostrar esa sonrisa que siempre poseía en el rostro.
A decir verdad, Eijiro no podría dejar de sentirse nervioso, que haría, simplemente el no podría romper la imagen que el chico tenía de sus dos padres, pero tampoco podía dejar que el chico creyera cualquier cosa que escuchara, ya que aunque el quisiera negarlo su hijo seguía siendo joven, tonto y muy influenciable.
Al salir de sus pensamientos pudo notar como Akio tomaba sus cosas, le dedicaba una sonrisa enorme y se dirigía a la puerta, pero no pasó desapercibido el hecho de que al cruzar a un lado de un recién llegado Bakugou a este solo le dirigió una mirada entre molesta y decepcionada, lo cual tampoco pasó desapercibido a los ojos del rubio, Akio sólo siguió su camino y salió de casa.
- ¿Que demonios le pasa al mocoso?, Pensé que habíamos superado esa fase cuando tenía 10 años y nos mudamos juntos - No quería evidenciar lo obvio pero le dolió la mirada de su pequeño bastado como el solia llamarle al pelinegro - ¿que le pasa?
- ¿Las hormonas? - El pelirrojo sólo quería evitar el tema, debía irse a la agencia y no quería al menos por el momento retomar el tema - Kats, no te preocupes por eso, yo... hablaré con el, ahora héroe, guarda tu traje y descansa, hoy solo saldré algunas horas y volveré a la hora de la comida, tal vez estando los tres en la mesa este ambiente se disperse.
Sin esperar respuesta sólo se acercó al rubio y lo beso para dirigirse a la puerta.
-por cierto, te amo Blasty - sin decir más salió de casa.
Caminaba por las calles en su ronda habitual, pero sus pensamientos aún no lo dejaban en paz, no podía entender el porqué Shoto había dicho esas palabras tan más fuera de lugar, y lo peor cuando el hijo que compartían en común estaba en su casa, realmente ellos no se llevaban mal en este punto de su vida, pero esto abría muchas posibilidades, suspiro cansado y se sentó en una banca que encontró por el camino y es que por más que le daba vuelta no encontraba solución a su problema.
Esto sería más fácil si Shoto fuera mal padre, pero no, ya que para su hijo para su pequeño Akio, el hecho de que el bicolor fuera el tercer mejor héroe actual no importaba a sus ojos el era el número uno, el más fuerte, el mejor, además que básicamente el menor era una copia exacta de él en su juventud, exceptuando su cabello y ojos negros.
Como podría el explicarle a su hijo que su adorado padre, le hizo trizas su juventud y su amor propio, el simplemente no podía hacer eso, con ello en mente y lágrimas amenazando salir se dio el tiempo a recordar el momento donde inició todo.
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Hola!
Esta no es mi primer historia, pero por causas del destino, decidí eliminar las otras que tenía, ya que me daban malos recuerdos.
Usualmente me gusta escribir desde mis propias vivencias, las cuales no todas son buenas pero me hicieron crecer, esta historia es mía, pero los personajes no así que podrán ver cambio en sus personalidades y actitudes, porque soy fiel creyente que nadie es solo bueno o solo malo, hay un punto medio que nos hace humanos.
* Seireen
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UNIENDO A MIS PADRES (Bakukiri, Todoshima)
Fanfic- Ya se la verdad- Akio miraba fríamente a uno de sus padres -Engañaste a papá y a mi me quitaste la posibilidad de una familia completa, no crees que fuiste egoísta. Al escuchar eso Eijiro no pudo evitar recordar ese momento donde todo se rompió...