cards | ³⁹

2.2K 304 34
                                    

Se alejó un poco de mis labios, soltando una risa nasal

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Se alejó un poco de mis labios, soltando una risa nasal.

—Están tocando la puerta —murmuró, su aliento golpeando mi rostro.

—Ya voy.

Me metí una sudadera floja y peine mi cabello con torpeza. Era aún temprano para mí, no sé a quien se le ocurre venir los domingos a las nueve de la mañana.

Volvieron a tocar.

—¡Ahí voy! —abrí la puerta de golpe con un semblante frío, que se esfumó luego de ver que se trataba de Cara.

Ella lucía tan fresca, nada que ver conmigo que parecía que no había dormido en tres días. Me miró de arriba a abajo con una sonrisa dulce.

—Lo siento si te desperté.

—Tranquila, ya estábamos despiertos.

Abrí paso y ella entró, tomando asiento en una de las sillas de la cocina.

—No tardaré tanto —sacó dos sobres de su bolso. —Llegaron cartas al trailer, tienen el nombre de Eddie y creo que vienen de una universidad.

—¿Universidad? —pregunté, desconcertada.

Eddie me contó hace poco que primero quería asegurar su graduación, y cuando consiguiera el dinero suficiente, poder ir a la universidad que quisiera.
Aún estaba pensándolo, no era tan seguro el que quisiera seguir estudiando.

Ya han pasado tres años seguidos aplicando para universidades, pero jamás lo aceptaban por su promedio, sin embargo subió demasiado desde que lo ayudé con sus materias.

Es lo menos que puedo hacer por él.

—¿No te lo dijo?

Eddie entró de manera inesperada a la sala, de inmediato se dio cuenta que algo estaba mal por mi expresión de asombro. Y aún más porque Cara tenía las cartas en la mano.

—Mierda —gesticulo, acercándose a la mesa.

Todo esto era como un rompecabezas para mí. Desde que estaba con él a pesar de que casi siempre lo obligaba, trataba de ponerle más ganas a la preparatoria, sin embargo jamás me ha contado lo que le dice la consejera cada que va a buscarlo. Sé que debía preguntar, pero lo último que deseaba era agobiarlo.

—Lo siento, Eddie —se disculpó su prima, visiblemente apenada.

Seguido de eso, Cara se levantó con su bolso en mano lista para irse. Edward y yo estábamos con nuestras miradas fijas en el otro, era algo difícil desviarlas.

No debería de sentirme así, pero no se me cruzaba por la mente que llegaría a ocultarme algo tan importante. Por su pasado, nunca pudo tener un gran futuro o al menos él no lo veía de esa manera por la falta de dinero con la que vivía. Su tío a duras penas podía ganar cinco dolares a la semana, con eso era un poco complicado comer dos personas. Ahora que vive conmigo he tratado de darle lo mejor.

ENEMY | EDDIE MUNSON 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora