Querido Amigo

2. Primer encuentro

Han pasado alrededor de 15 minutos desde que baje del auto. ¡Rayos! Me lo estoy pensando mucho.

No puedo evitar contar hasta tres, para tan solo dar ese primer paso y entrar. No soy un cobarde, pero siento que en estos momentos mi valentía está al 0%. 

¿Cómo mirar a la cara a la persona que lastime en el pasado sin sentirme incómodo? Aunque ya ha pasado mucho tiempo desde aquello, no puedo evitar recordar todo lo sucedido.

Tay Tawan, de todas las personas en el mundo, tenias que involucrarte con la persona que rechace en el pasado. Por unos segundos la cara fulminante de Tay viene a mi mente, y es que cuando le conte como habían sido las cosas digamos que no se lo tomo también, aunque claramente después me dijo que no me partiria la cara por lastimar a su preciado novio, solo porque mis disculpas eran sinceras. Lo admito, en ese entonces, solo me deje llevar por la presión de grupo y termine lastimando a quien no debía.

Si se preguntan, ¿Qué es lo que hice? No es tan complicado descifrarlo. Antes de mi viaje a Singapur, la pandilla hizo una apuesta y era el de lograr conseguirme una pareja antes de irme. Esta claramente fue idea de Bright. Yo no quería hacerlo pero al final no hice nada para negarme. Tay en ese entonces estaba de viaje con su familia por lo tanto no había nadie sensato que me haga entrar en razón, asi como desconocia el hecho de quien iba a ser la victima. Brigth siguio con el plan y me dio una semana para conquistar al chico de intercambio. Sinceramente, yo preferia ser solo su amigo mas que algo mas, pero él se veia tan inocente que en ningún momento se dio cuenta de la verdadera intención de mi cercania. Hasta que llego el día definitivo y mi estupido hermanastro se había encargado de citar al chico de intercambio en el hotel de su familia. Ese día la pandilla se reunió, y me dijeron que tenían una sorpresa para mi, que era como un regalo de despedida. En ese momento, lo primero que le pregunte a Bright fue si el plan de conseguirme un novio ya no iba, a lo que este me dijo que sí. Yle crei, cai como un tonto. Fui al hotel, no había bebido mucho pero me sentia un poco mareado, solo esperaba encontrarme con el supuesto regalo. Y me di con la sorpresa de encontrarme con el chico de intercambio, este estaba sentado en la cama con un sobre en mano. Lo único que hice fue maldecir a Bright y pensar en como explicarle al chico que tenía delante de mi que no iba a pasar nada. Pero antes de que pudiera hablar él se me adelanto y me dijo la tan temida oración: Tu también, me gustas mucho.
Pues resulta que el sobre que él estaba sosteniendo era mi supuesta confesión. Antes de salir corriendo del lugar, me sente y con la poca claridad que tenía le explique que solo quería ser su amigo y que esa confesión no era mía. Pude ver como el semblante del chico cambio y ahora solo me miraba confundido. Y cuando quise seguir hablando para contarle como había sucedido todo, una notificación le llego a su celular. Y luego él solo se acerco a mi para abofetearme, romper la carta y tirarme los restos a la cara. No quiero ser parte de tu juego, fue lo que dijo antes de irse.

Semanas después supe que la persona que le había enviado el mensaje había sido el propio Bright como venganza por lo que se avecinaba y ya había descubierto. El matrimonio de mi madre con su padre.

Después de todo eso, la vida de todos cambio. Antes de irme, me disculpe con el chico que lastime y con el resto de la pandilla. Y cuando Tay regreso de su viaje para despedirme, me dijo que se encargaria de todo. Lo último que supe fue que se había agarrado a golpes con Bright por lo que había hecho. Y ahora que lo pienso fue gracias a eso que conocio al que ahora es su novio. Pero que casualidades de la vida.

Pero ahora solo me queda enfrentar la situación. Asi que suelto un suspiro profundo y camino con firmeza, después de todo mi día ya ha sido demasiado agotador. ¿Qué más podría pasar?

La sonrisa de Tay al verme entrar a su bar, me hace sentir demasiada nostalgia, que siento caer una lagrima alrededor de mi mejilla derecha. — ¡Hey! Mal amigo ¿Hasta qué finalmente te acuerdas de los plebeyos? — dice en un tono burlón.