CAPITULO 2. UNA NOCHE OSCURA

27 2 0
                                    

Al llegar al palacio Estefan hizo que los recuerdos de los niños cambiarán, agregó un recuerdo de los cazadores atacándolos y asesinando a su madre, pero Estefan sabía que no podía borrar la memoria de millisen así que lo último que le quedaba era la tortura, una tortura tan dura que ella tuviera grabado en su mente que ninguna palabra sobre eso podría salir de su boca jamás.

-Millisen podemos hablar - dijo Estefan entrando a la habitación de Millisen, exclamando con una voz ronca, se acercó a su cama mientras ella solo lo miraba con miedo y sin poder responder por los titubeos -Sabes que yo no soy el malo, ¿verdad?... - dijo Estefan acariciando la mejilla de Millisen delicadamente, pero rápidamente la bajo a su cuello ahorcandola un poco - pero puedo hacerte el daño que le hice a tu madre si llegas - apretó aún más fuerte su cuello y mientras ella lo rasguñaba para quitar las manos de su cuello el siguió- a mencionar un poco mi nombre... -

Millisen luchó contra eso y más abusos de su padre, aunque sus hermanos no tenían nada que ver solo seguían las órdenes de su padre por miedo a luchar entre la vida y la muerte como lo hacía ella.

-Ya no puedo seguir con esto... -Dijo Tyler mirando una foto de la familia listo con su pequeña bolsa con un par de playera y pantalones. -

Los gritos de millisen comenzaron a escucharse como cada noche en su recamara, un grito desgarrador que lastimaba a toda Valencia cada que Estefan entraba a ese gran cuarto con flores marchitas que acompañaban el dolor de ella.

Tyler se limpió una de los millones de lágrimas que le caían cada que escuchaba a su hermana sufrir por el abuso de los monstruos que no sabía cómo podía llamarlos hermanos y padre, salió sin hacer ruido del palacio y cubierto con su capa negra de terciopelo entro al bosque, sin parar de llorar a mitad de la noche llegó al río a recoger un poco de agua para todo el tiempo que deba quedarse fuera, las sirenas lo miraban impresionadas ya que desde la muerte de su madre los niños Storm no salían de ese palacio.

-Hola?... -Dijo el pequeño al verlas, pero ellas se alejaron por miedo a su padre, el rey. -

Suspiro y siguió caminando, hasta que vio un gran árbol que tenía una cierta luz dorada entre las franjas cafés, Tyler decidió acercarse para acurrucarse entre una raíz que sobresalía de la tierra, ahí estuvo por un poco más de una hora hasta que escucho pasos a lo lejos.

- ¡¿Quién eres?! - grito Tyler un poco espantado y preparado para pelear. -

-tranquilo soy... Yo no te haré nada... - Se acercó un pequeño de 5 años, con unos lindos rizos gruesos castaños en su cabello - ¿Necesitas ayuda?

-No... De ti no... - Tyler lo miro acercarse y se pegó más al árbol. -

-soy Didier y yo solo... Solo quiero que pares de llorar, duele pero eres mas fuerte que eso, aunque no sepa que pasa se que lo eres  - miro el árbol y se acercó acariciando con su mano la raíz - ¿quieres hablar?

-Solo mi padre... Ya no podía estar soportando como la dañaban.

-¿Dañar? ¿A quién? ¿A quién lastimaron? -dijo Didier con preocupación. -

-Mi hermana - exclamó Tyler mirándolo y sonriendo un poco - quieres sentarte?

Didier asintió con la cabeza y se acomodó sentándose a un lado de Tyler abrazándolo y haciendo que el niño recargara su cabeza en su hombro.

-Duerme estaremos mejor mañana... Prometo ayudarte a encontrar un lugar mejor, un lugar donde puedas estar... Podamos estar- Recalcó Matías mirando a Tyler. -

Así pasaron los dos la noche juntos bajo el calor del árbol de sauce y ese abrazo que los protegía de cualquier otra cosa en el mundo.

Al otro día despertaron abrazados aún recargados en el árbol y sintiendo la mirada de alguien a lo lejos.

Entonces Tyler se aferró a Didier y a lo lejos se escuchó una voz conocida... era el príncipe Eryx, solo se habían visto en fiestas, pero en alguna de esas Ty lo había escuchado.

- Tú... ¿Tú eres un Storm verdad?... -Titubeó el pequeño Eryx. -

¿Se levantó Tyler y miro a Didier -Quédate ahí - le susurro el pequeño Storm y camino hacia el príncipe - buscabas algo? ¿Te mando mi padre?

- no yo venia a… no importa ¿Vivirás aquí?
-Lo miro mientras el aire frío pasaba y dejaba volando su cabello liso. -

- ¿A ti no te debería importar eso, no crees? - Dijo Tyler intentando engruesar su voz para notarse imponente. -

-Quizá no, pero... Se de un lugar al menos más cálido que un árbol, además de que tu padre jamás podría encontrarte, hasta Oceanía se logran escuchar los gritos de tu hermana en las noches - mira el suelo - no es lo mejor vivir en una tortura eterna o eso me ha dicho mi padre...

Tyler miro por unos minutos a Didier y toda la tensión termino con un suspiro largo.

- ¿Me podrías mostrar? - Dijo Tyler dándole la espalda a Eryx y yendo por Didier - vamos, levántate - estiró su mano hacia él y lo levanto dando un pequeño jalón. -

-Gracias... Príncipe - Sonrío Didier mirando a Tyler a los ojos, duraron unos minutos solo mirándose hasta que eryx replicó- ¡Vamos chicos!, Tu padre ya estará buscándote - dijo caminando, adentrándose en los árboles. -

Antes de ir tras Eryx, Tyler miro el suelo y regreso su mirada rápidamente a Didier.

-No digas tonteras... Para ti soy Tyler y nada más – El tomo de la mano al niño del bosque y corrió detrás de Eryx. -

Siguieron caminando un tramo largo hasta llegar a una pequeña cabaña con pequeñas enredaderas entre las grietas de aquella y flores regadas sobre la casa.

-Llegamos... - Dijo Eryx sonriendo- cuídala, Tyler es herencia de la familia si le pasa algo te sacaré de aquí y, por cierto - dice mirando a Didier - ¿Como te llamas?

-Didier, ¿por qué? - Dice aún detrás de Tyler. -

-por nada -réplica Eryx y sonríe- bueno me iré a casa pero antes de irme recuerda Storm le haces algo y...

- Si, si, ya lo entendí, Eryx ya puedes retirarte -suspira mirándolo y thompson camina alejándose - bien, entremos - dice Tyler sonriendo mientras abre la puerta para que entren los dos. -

Mientras tanto en el palacio de los Storm los llamaron a desayunar y claramente uno de los cuatro no bajó.

- ¿Y Tyler?, ¿dónde está? - Dijo Estefan mirando a los hermanos, Millisen levanta la mirada mientras sus labios tiemblan, de preocupación, mientras lo que más resalta es ese gran moretón en su ojo combinando el tono azul de sus ojos con el tono natural de la herida. -

-No lo sé padre, desde ayer en la noche no lo eh visto -dijo Matteo mirando serio al rey. -

-bien, mandaré tropas a buscarlo y ustedes dos también irán - miro a Matteo - tú irás conmigo visitaremos a un viejo amigo.

LOS SEIS REINOS: VALENCIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora