Durante los últimos días, Bodoque no a tenido mucho tiempo.
A tenido algunos cargos y responsabilidades, que a rechazado todos los encuentros que tenía planeado Tulio.
Cuando el conejo tuvo un tiempo libre decidió contactarse con Tulio, le había enviado algunas cartas, las cuales le invitaban a venir a la nación.
El Triviño le contestó enseguida, tenía un buen tiempo sin verlo y no quería esperar más para verlo.
Tal vez por su falta de gratitud de haberlo animado un poco, aunque casi no recuerde nada, le podría dar un pequeño detalle, pero que podría ser?.
Seguía y seguía pensando, sentía que debía darle algo especial, cada vez que Tulio podía le daba un pequeño detalle.
Pero el nunca tuvo la necesidad de darle algo a Tulio, pero no sabe porque de La nada quiere darle un pequeño detalle.
Después recordó algo, colgó que siempre le daba, era algo que le empezó a dar cuando estaba enojado o desorientado.
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——Ten Juan Carlos, son para ti —— dijo el chimpancé dándole una pequeña caja Blanca, Tal vez le podría ayudar a el conejo.
——Gracias Tulio. —— dijo con el casco puesto intentando ocultar sus sollozos,lo cual no le fue posible porque el chimpancé ya lo escucho.
Tulio sabía que el conejo estaba muy afectado por la partida de su abuela, hace que decidió darle algo que le haga recordad los momentos que pasaron juntos y olvidará lo que sucedió.
El conejo habría la caja y vio unos dulces de vainilla, lo que solía regalarle el Triviño.
Agarró un dulce, aquel era una pequeña bola cubierta de chocolate blanco, y cuando la mordió sintió el dulce líquido que rellenaba el interior de aquel dulce.
Era algo que hacía Tulio al verlo un poco decaído.
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Ya sabía lo que podía regalarle a su amigo.
——Camila, pídele a cada cocinero que haga el mejor postre de chocolate que puedan —— dijo el conejo con una voz sería pero con una sonrisa la cual no se veía por el casco que tenía puesto.
——De acuerdo señor?, va enseguida. —— dijo con una gran duda y curiosidad por el mandado tan repentino de el chico.
Cuando Bodoque se retiro, la sirvienta les contó a cada cocinero, y después le contó a sus amigas.
Era algo extraño, el rey no solía regalar cosas o dar detalles.
——Oye, tu sabes para que son los dulces?, el príncipe se habrá enamorado?—— dijo una de las mujeres entre en pequeño grupo
—— no sé nada, el príncipe sólo me dijo qué le diga cada cocinero que haga el mejor pastel que puedan —— dejo para luego hacer una pequeña pausa, para luego responder la siguiente pregunta. ——Tal vez el príncipe se allá enamorado de alguna jovencita del pueblo a la cual planea darle ese detalle. ——.
