Corría, sentía mucho pesadez y el pánico, cada paso que daba sentía aún más el peso de la armadura y el calor que abundaban en su cuerpo no le ayudaba mucho.
Mientras seguía con su paso, empezó a escuchar muchas voces, para luego escuchar fuertes pasos acercarse a el.
Aumento la velocidad de su escapé, cuando empezó a cansarse de haber corrido por casi todo el castillo, vio la habitación de sus padres a lo lejos, ellos no estaban aún, o si?.
No le importó, corrió hacia allí y cerró la puerta con seguro, no quería que nadie entre.
Cuando se sintió un poco más relajado, se dio la vuelta, tal vez podría escapar desde ahí.
Pero algo le interrumpió el pasó.
——Hijo..............——
El conejo empezó a temblar, no sabía que hacía ahí su madre, ella había partido con su padre hace unas horas.
——Madre, que haces aquí?—— pregunto con mucho más miedo.
——Lo sabía, sabía que tu no estabas muerto. —— dijo la mujer que tenía algunas lágrimas en sus ojos, para luego acercarse a el conejo y abrazarlo.
——Lo..........¿Lo sabías?—— dijo asustado por la respuesta de su madre.
——El día el que tu abuela te había dedicado sus últimas palabras, me quede en la puerta, y pude escuchar lo que te dijo, y lo que acabo de escuchar hace unos minutos, me lo confirma. —— poco a poco se separó de el conejo, recordando que unos guardias buscaban a su hijo por "Traición".
Mitsy con rapidez llevó a su hijo a una ventana, la cual llevaba a una salida rápida de el castillo, observó a su hijo, lo extrañaría.
——Sera mejor que corras hijo, !que escapes!, no quiero que nada te suceda.—— dijo para luego señalar una ventana.
——No quiero que te vallas.........Pero sería lo mejor para ti. —— dijo Mitsy, para luego extenderle una caja, parecía un poco rota y vieja.
——Llebala contigo, tu abuela siempre te la quiso dar, algo que no pudo hacer.——
El conejo rojo, abrazo a su madre, después de unos minutos se separó del abrazo, para luego escuchar como empezaban a golpear la puerta con desesperación.
——Cuidate, yo estaré bien. —— dijo Mitsy, para luego sentir como unas lágrimas resbalaban por sus mejillas.
Bodoque ya estaba empezando a salir por la ventana, pero decidió dar una última mirada antes de irse.
Los guardias habían roto la muerta, su madre les dio órdenes, les decía que se largaran, pero los guardias se quedaron observándola, para acto seguido matarla atravesando una espada por su torso.
Su madre estaba muerta.
Los guardias miraron a la ventana, y vieron a el conejo, el cual soltaba unas lágrimas, Bodoque se dio cuenta de que lo acababan de ver, y salió rápidamente, estaba muy nervioso, corrió con todas sus fuerzas, pero se le dio por mirar atrás, descubriendo que estaba siendo seguido por unos guardias, se alteró, y intentó correr más rápido.
Sus piernas empezaron a temblar, hacia lo posible para no tropezarse, pero no logro nada callo al piso.
Bodoque se rindió, lo único que le quedó esperar era su muerte.
Había bajado las orejas, pero los volvió a alzar al escuchar a un caballo, pensó que era un guardia, se Asustó enseguida al sentir como lo cargaban.
Laso la mirada para poder ver la cara de Tal vez su asesino, pero se sorprendió al ver a otra cara.
Tulio?.
El chimpancé no le respondió, sólo lo cargaba, tenía una expresión seria, pero en realidad se estaba muriendo de miedo.
Bodoque a lo lejos vio un carruaje, y vio unas dos T en la parte trasera, ya sabía de quien pertenecía.
Sintió como el caballo paró, vio para atrás, vio a los guardias muy lejos de ellos, Tulio amarró devuelta a el caballo a el carruaje y se subió con el conejo rápidamente.
El carruaje avanzó rápidamente, todo era un silencio, pero escucho la voz de el chimpancé.
——¿Estas bien?, venía a visitarte pero vi a esos maniático persiguiendo, y pensé en que te querían matar, y veo que tenía razón. —— dijo mirando a el conejo preocupado.
El conejo no dijo nada, sólo se abalanzó a abrazar a Tulio, perdió a su abuela, y ahora a su madre, estaba demasiado mal.
Tulio correspondió al abrazo, no tenía ni idea de lo que estaba pasando, pero consolaría a su "amigo".
Siguieron en el abrazo, Tulio pensó que el conejo ya estaría mejor, pero empezó a escuchar unos sollozos.
Ya no importaba nada ahora, sólo abrazarla a el conejo con la esperanza de que después podría saber que sucedía.
El conejo sólo buscaba tranquilidad en los brazos del chimpancé, en verdad le dolía demasiado haber perdido a su madre y abuela hace poco.
Su padre estará bien?.
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En el siguiente capítulo esto se va a poner mejor de lo que parece.
802 palabras.
