Bueno, se que la historia la e dejado un poquito abandonada, no es que no halla tenido inspiración, pues ya en mi mente ya tenía planeado el final, pero me dio media vergüenza, ya que el libro en si, esta horrible, estuve pensando hacerlo con cosas que tengan más sentido, pero me dio pereza.
Pero esto no son explicaciones de por que no e subido capítulos, es como un pequeño regalo para las pocas personas que soportaron tremenda mierda, serán cosas que Tal vez sucedan en el libro, como pequeños párrafos.
Como ya no tengo más que decir, empezaré a escribir.
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(…)
——!¿Usted que se cree para acercarse a mi esposa?!—— dijo con un cierto tono dramático.
——!¿Su esposa?!, !lo lamento señor Triviño!, !No tenía ni idea!, !le pido mil disculpas!—— dijo algo asustado.
El chimpancé mantenía una expresión "enojada" mientras escondía el rostro de el conejo en su pecho.
(…)
Las sirvientas murmuraban entre si, mientras buscaban un buen atuendo para el conejo.
——Que le parece este vestido?—— dijo una de las tantas sirvientas mostrándole un vestido verde.
——Horrendo—— dijo notablemente enojado, no quería ponerse nada de eso.
(…)
El Triviño se acercó lentamente a el conejo, podía escuchar su sollosos, no entendía el por qué tenía tanta necesidad de ayudarle.
——Estas bien Juan Carlos? —— dijo algo preocupado el chimpancé sin saber que sucedía.
Escuchó como pararon los llantos de aquel conejo, pero aún se escuchaba perfectamente la respiración agitada de el conejo.
El chimpancé lo abrazo, seguía sin saber por qué el conejo se encontraba de esa forma, pero intentaría ayudarlo.
——Sabes que para lo que sea puedes contar conmigo Juan Carlos, soy tu amigo.——
(…)
La chica miro con desprecio a el conejo, algo se le hacía un poco conocido, pero no le importó, y se fue retirando.
——Esa mujer no me da confianza.—— dijo con notable miedo el conejo.
(…)
Ese rostro.....
Sentía sin razón alguna, un nuevo sentimiento al ver el rostro de su amigo, algo había cambiado ligeramente, sentía que ya lo había visto muchos años atrás.
Cuando lo veía directamente a los ojos, algo tan familiar lo inundaba.
(…)
——Tulio.....—— Dijo con una mirada apagada mientras observaba una flecha.
——Que sucede Juan Carlos? —— dijo volteando a ver a el conejo rojo.
——De donde sacaste esto?. —— dijo mientras seguía sosteniendo la flecha en sus manos, para luego mostrársela.
——Oh, eso creo que es de mi madre.—— dijo para luego tomar entre sus manos aquella flecha.
El conejo parecía piedra después de escuchar aquello.
De la madre de Tulio?
Recuerda esa pequeña marca en aquella flecha.
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