Casa inhóspita

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Las ventanas se cierran poco a poco,

mientras transcurre cada tarde.


Ese rayo que infundía, su luz en mi fachada, cambió de dirección.

O me he mudado sin saberlo, 

a otro rumbo; otra visión.


Aunque dulces pajaritos revuelan en mi vecindario,

al fin y al cabo permanecen en el cielo;

lejos de mi techo.


¿Qué podría yo hacer para cambiar el rumbo de esto?

Si no tengo fuerzas para mover mi casa;

y el desaliento la alcanza.

NEFELIBATA: Vagando en pensamientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora