¿Soy yo?

3 2 0
                                    

Cada tarde de otoño que dedicaba a su fragante presencia disminuía mi proeza interna.


Tal como si intercambiáramos valores, una permuta que implícitamente pasaba. En la puesta de sol me veía reflejada delante de mí.


Casi tan espeluznante, cual fantasma a media noche; me veo en un cuerpo ajeno.


¿Somos la misma persona? ¿Ya he perdido la cordura? Quizás si le preguntase a mi reflejo podría saber, si yo lo imitaba a él, o en cambio, este se había propuesto ganarse mi papel en la vida.

Por poco atractivo que me pareciese. 

Entre más curioseaba con este ser, más similitudes encontraba. Y una melancólica idea me invadía; Somos tan vacíos que, por una sosegada tarde de otoño, hemos cambiado hasta la forma de respirar,  de cantar y de amar.

NEFELIBATA: Vagando en pensamientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora