Me quedé sola contemplando mi antigua habitación, salvo la estructura todo me parecía completamente ajeno. Era de esperarse, Lucian siendo hombre no necesitaba ni la mitad de las cosas que tenía antes esta habitación. Me recosté agotada en la suave cama y me quedé dormida sin darme cuenta. No se cuanto tiempo dormí pero me despertó el sonido de los toques provenientes de la puerta.
—Adelante.—dije
La puerta se abrió y apareció la chica a la que Lucian había asignado como mi doncella perseñorita.—Perdone que interrumpa vuestro sueño señorita pero he venido a ayudarle a prepararse para la cena.—dijo la chica con expresión sumisa
—No te preocupes no has interrupido nada.—respondí incorporandome.
Ella me ayudó a cambiarme en silencio. No parecía mucho mayor que yo y tenía una expresión de resignación permanente. Recordé la primera vez que estuve aquí y como ansiaba con desesperación tener un aliado o un amigo, cosa que encontré en Lucian. Así que decidí que si la doncella era una buena persona la haría mi amiga.
—¿Cómo te llamas?—pregunté mientras ella cepillaba mi cabello.
—Amy, señorita.—respindió con voz queda.
—¿Llevas mucho tiempo trabajando aquí?—pregunté con genuina curiosidad
—La verdad no, el servicio del castillo se renova cada año a petición de los amos.—explicó—No conozco a nadie que haya trabajado aquí más de un año.
Tenía sentido teniendo en cuenta el secreto de Lucían
—Entonces eres nueva.—comenté
—Sí, señorita
—Amy, me gustaría que me llamaras por mi nombre y que te sientas libre de hablar y preguntar sobre lo que tu quieras.
—Sí, seño...—se detuvo a media frase— Perdón, Lyra.
—Vez así está mejor y por favor deja de responderme en monosílabos. Eres una persona no una muñeca.
—Está bien, Lyra—dijo esbosando una pequeña sonrisa—Es usted muy diferente a mis señores.
—¿Por qué?
—Se que son sus conocidos pero el señor Lucian siempre es frío y autoritario aunque nunca nos ha maltratado me inspira miedo. Por otro lado el señor Alexander es cortés pero un poco estirado.—dijo sin rencor solo como una observación sobre el comportamiento de ambos.
—Lucian no es frío—dije recordando que esa fue la primera impresión que tuve de él— Sólo es demasiado reservado y serio. Es normal que se le juzgue mal si no se le conoce bien y su primo supongo que será así por su posición económica o tal vez esa fue la educación que recibió, no se le puede culpar por ello.—agregué imparcial para que no pensase que me agradaba uno y me disgustaba el otro.
—Se nota que los conoce hace mucho tiempo.—comentó mientras acomodaba mi cabello en un elaborado peinado.
—En realidad no, solo soy conocida de Lucian y a su primo lo vi por primera vez hace unos meses y no lo volví a ver hasta el día de hoy.—dije y recordé mi primer encuentro con Alexander queriendo borrarlo de mi mente.
—Debo confesar que pensé que era usted la prometida del señor Lucian cuando pidió que trajeramos sus cosas aquí.—dijo concentrada colocando una ebilla de plata en mi cabello.
Mi reflejo en el espejo se sonrojó pero ella no se percató del repentino rubor.
—Sabía que eso causaría un mal entendido, permiteme explicarte.—dije un poco alterada.
ESTÁS LEYENDO
Belleza Cruel
FantasyEl Destino le ha dado una segunda oportunidad a Lyra y ahora que conoció al descendiente de Bastien sabe que él ya no está y tendrá que aprender a vivir con ello. Para cerrar el ciclo decide visitar el castillo donde fue tan feliz como desdichada pe...