03 de abril
Mi querida Dolores
La verdad estoy empezando a sospechar que mis cartas no te están llegando, o quizá las estas ignorando a propósito, espero que sea la primera opción...porque de ser la segunda bueno, todo esto está perdido e incluso mi esperanza de recuperar tu amistad, es una cosa muy extraña estar sentada pensando en el pasado, es como si escribiéndolo pudiera tener registro de que esas cosas horribles pasaron y que no fueron invento o percepción mía, que ese ser humano que tan amablemente se acercó a mi prometiéndome amor eterno casi me mata y lo que me da más miedo es que quizá por fuera sigo viva pero por dentro me quedó un agujero, como si el ya develando su forma monstruosa me hubiera carcomido de adentro hacia afuera ¿es posible? quizá si, quizá no... ojalá no, porque morir por dentro es de las peores cosas que le pueden pasar a un ser humano, es convertirse en un cascarón caminante, y lo digo por experiencia, quizá pueda reconstruir mi ser, quizá no, quizá estoy destinada a ser de esos cascarones humanos que tanto miedo me dan; esa gente sin ternura en sus ojos y sin motivación en sus pies.
Pensándolo bien, ¿no era acaso el un cascarón humano?, y en todo caso ¿Cómo parecía tan vivo?, era algo sorprendente verlo, quizá solo eran mis ojos, quizá no... muchos decían que les parecía una persona desagradable, yo nunca vi nada de eso si te puedo ser completamente honesta, de verdad a mis ojos era perfecto; era un fantasía en dos pies... me encantaba hablar con el, luego me di cuenta que más bien era espectadora de un discurso, escucharlo era una delicia a mis oídos, todas esas ideas que le revoloteaban en la cabeza, era impresionante, daba la impresión de ser una persona tan pero tan increíble, poco a poco el cascarón se fue resquebrajando y su interior se convirtió en un hoyo negro que absorbió de manera constante mi luz hasta que... hasta que ya no dejó nada.
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Las cartas de María
RomanceMaría era mi amiga, no muy cercana o eso creía, de pronto una avalancha de cartas arribaron a mi casa, no sabía porque pero las abrí, el mundo merece saber lo que le pasó.