El juego

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05 de abril 

Dolores...

Como desearía que vinieras a verme, lamentablemente no puedo decirte donde estoy, ni porque hice lo que hice...necesito tanto un abrazo tuyo, de esos que me hacían pensar que nada malo pasaría si seguíamos juntas hasta el final, pero te alejé, te alejé con mis palabras, con mi acciones y un día... aún recuerdo ese día, saliste por esa puerta y no miraste atrás, me dejaste ahí parada...sola, confundida, en esa casa fría, esa casa que se convirtió en mi prisión, esa casa donde cada despertar era un martirio, mi vida se fue haciendo más gris desde aquel día que te marchaste, yo no sabía porque, lo intuía claro... pero era como una niebla densa...yo le creía, le creía todo...cada palabra...empezó a hablar mal de ti, de como te portabas, de como lo veías, de como lo tratabas, yo pensé que era cuestión de tiempo y las cosas cambiarían...serías amable con el por ser mi amiga, nunca pasó, y yo lo elegí a el...lo elegí siempre sobre todo, sobre mis amigos, mi familia, siempre era el... al final de cuentas el era mi sol ¿cierto? yo era un planeta con la increíble oportunidad de girar alrededor suyo, o eso pensaba...más bien eso me hizo creer. 

En retrospectiva es increíble todas las mentiras e insultos que me tragué, al inicio no era nada alarmante, bromas primero pequeñas frases, o acciones...bromeaba sobre mi intelecto, sobre mi físico pero eran cosas pequeñas, insignificantes...no dolían, después se volvieron repetitivas...constantes, cuando me di cuenta ya me estaba comparando con otras, no lo vi y me arrepiento tanto, desearía poder viajar a pasado y detenerme, sacarme de esa pesadilla, duele, duele saber que viví eso...duele saber que no pude protegerme, duele saber que caí en su juego.

Las cartas de MaríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora