Capítulo I La Torre de Fuego

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El viento soplaba tan fuerte que por los pequeños orificios de la pared de aquel lugar se podía escuchar un pequeño silbido, esto provocaba que aquel lugar fuera algo frio. Allí yacía en el piso, descalza y envuelta en harapos aquella pequeña de cabello dorado, ojos color lira y una hermosa piel que era tan pálida que pareciese que estuviera muerta . No había mucha luz, en aquella habitación solo la que entraba por una ventana redonda que se encontraba en lo alto de la pared, ni siquiera podía ver por la ventana, no podía dejar de sentirse aterrada por no saber en qué lugar se encuentra, aunque era pequeña de tan solo cinco años, no perdía la esperanza de que alguien la ayudara y pudiera salir de ese lugar extraño. Durante todo el día, nadie fue a ver la, solo escuchaba murmullos a través de la puerta de madera que le impidió salir corriendo de esa habitación. Aunque gritaba tan fuerte que quizás se podrían escuchar en todo el continente. Sin embargo, al parecer no eran lo suficientemente fuertes para llamar la atención de las personas que estaban detrás de aquella puerta.

Sino fue hasta el día siguiente, cuando una mujer de aspecto intimidante, entro a la habitación con un poco de avena y un pan algo duro, _Quizás tengas hambre, después de todo el viaje. Menciono mientras la miraba con lastima. La pequeña por su parte solo asentía con la cabeza, mientras tomaba la comida y con una desesperación bebía la avena y mordía el pan con mucho esfuerzo. Después de saciar el hambre de la niña, aquella mujer solo abandono la habitación volviendo a cerrar con llave aquella puerta de madera. Los días pasaban y solo ocurría lo mismo, la misma mujer le llevaba comida y se marchaba, sin decir nada.

Después de dieciocho días encerrada, ya no podía más. _ ¡Por favor, alguien!... no quiero morir aquí. Gritaba con desesperación, ya no sabía que más hacer. Hasta que sus gritos fueron escuchados, aquella mujer volvió, pero esta vez se llevó consigo a la pequeña, por primera vez miraría detrás de la puerta, no podía creer lo que estaba pasando. Por fin saldría, caminaron por un largo pasillo, hasta llegar a una habitación que más bien parecía como si fuese una especie de estudio, había libros por doquier, y había otra mujer que salía éntrelos libros, pero esta era linda, tenía una larga cabellera de color rojo intenso como el fuego, al igual que sus ojos, era muy hermosa, quizás la mujer más hermosa que nunca antes había mirado. Su piel era como de porcelana, pero sin duda lo que más destacaba de aquella mujer era su amabilidad. _!Por fin, conozco a la nueva! Dijo entusiasmada. _Mi nombre es Lara Ignis, soy la encargada de este lugar, ¿Cuál es tu nombre? Menciono con una seriedad que el ambiente se volvió algo tenso. _Mi nombre es Ethernia, soy del reino de Mercia, es todo lo que recuerdo. Menciono aquella pequeña algo asustada. _Este lugar, será tu nuevo hogar, aquí te enseñaremos todo lo que deberás saber. Al concluir la última palabra abrió las ventanas de ese lugar con solo agitar sus manos, dejando entrar los rayos del sol, que tras mucho tiempo no cubrían la piel de aquella niña.

Al menos después de todo lo vivido durante ese día, ya no volvió aquel cuarto, que parecía más bien un calabozo, donde encierran a los criminales. Ahora fue aun cuarto más acogedor, al menos este tenía una cama caliente, donde podría dormir placenteramente. Ethernia, no dejaba de dar vueltas en la cama, no podía concebir el sueño, solo se preguntaba una y otra vez, ¿Quién soy?, eso la intrigaba mucho, el hecho de solo recordar tu nombre y el lugar donde naciste no es muy confortante. Al día siguiente, los ruidos de personas corriendo por los pasillos, lograron despertar de aquel profundo sueño que tras luchar parte de la noche, había podido conseguir, y ahora le habían puesto fin. No le quedo de otra más que salir a ver por qué había tanto escándalo, al abrir la puerta de su habitación, quedo perpleja al ver tantos niños corriendo por los pasillos, todos corrían hacia una sola dirección. _¿Que sucede, por que corren?. Pregunto Ethernia muy confundida. Dentro de todos los niños solo una pequeña niña morena de ojos grises, que parecía que con ellos podía ver a través de tu alma, con una sonrisa que alimentaba tu espíritu, _Veo, que eres nueva aquí, solo vamos al comedor, deberías correr tú también, de esta forma es más divertido. Respondió mientras seguía corriendo hacia el comedor. Ethernia con una sonrisa corrió al igual que los demás niños hacia el comedor, aunque ella resaltaba ante los demás por la forma en la que iba vestida, ya que solo llevaba consigo unos harapos.

ETHERNIA WAR OF THE GODSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora