Narra Cha eun woo:Actualmente.
Otra vez la mañana empezaba con gritos, reclamos, insultos.
- ¡Saca de mi casa a esta prostituta!-. Grito mi madre enojada, la joven que se encontraba tapándose con las sabanas de la cama avergonzada miraba a mi madre con temor, por mi parte apenas podía abrir los ojos, me dolía la cabeza y la claridad que entraba por la ventana de mi habitación me hacía difícil abrir los ojos por completo, sin embargo, aún así podía percibir bien los gestos de Jennie, está confundida y hasta enojada conmigo por su mirada
- ¡No soy ninguna prostituta señora!-. Le respondió con otro gritó a mi mamá quién estaba parada en medio de mi habitación, mirándonos horrorizada
- ¡te largas de mi casa ahora mismo mocosa!-. Le respondió mi madre ofendida, decidí meterme
-mamá, deja de gritar-. Le pedí mientras me sobaba los ojos intentando despertarme del todo- la llevaré a su casa, pero por favor deja de gritar- cuando las mire atentamente, ambas parecían enojadas conmigo,suspire, recordé que ambos estábamos desnudos debajo de aquellas sabanas, sería muy incómodo que mi madre nos viera así, por eso la observé con un gesto de suplica
- deja que nos vistamos-. Le Pedi, Mi madre suspiro mientras me miraba con esa típica cara de decepción con la que siempre me miraba
Apesar de estar enojada, entendió la situación y se retiró de mi habitación dando un portaso detrás de ella, cuando se fue, Jennie se levantó de mi cama rápidamente, evite mirarla puesto que estaba desnuda, empezó a vestirse, nuestras prendas estaban desparramadas por el suelo; se colocó su blusa color coral, su shorsito de jeen y sus zapatillas planas con rapidez, no me dirigía la mirada en ningún momento, por mi parte, en silencio me dirigí al baño con la intención de ducharme, pero su voz me detuvo;
-almenos disimula que quieres borrar mi escencia de tu cuerpo-. Comentó, parecía ofendida, me volteó a verla con seriedad- bañate en otro momento, ahora vístete y Llévame a mi casa, ¿me oyes?- me ordena levantando una de sus cejas, la observé atento para luego asentir
Supongo que tenía razon, además ya había pasado por una humillación con mi madre descubriendonos así; decidí vestirme, no me gustaba tener sexo y no ducharme al día siguiente, pues honestamente me sentía sucio, sobre todo, porque la razón por la que tenía relaciones no era porque quisiera, y dirán, ¿como es éso posible?, bueno, en efecto, si quiero hacerlo, pero no puedo controlarlo; los malditos celos se presentaban cada vez más seguido y no podía manejarlo, mi lobo me exigía estar con alguien, sin importar si fuera hombre o mujer, nuestro mundo era diferente al de los humanos, nuestra diosa Luna nos permitía tener parejas tanto homosexuales como heterosexuales, de hecho, muchas de las parejas que están destinadas a estar juntas son homosexuales, nuestra Diosa en ese sentido era diferente al Dios de los humanos, pues para este estaban mal ese tipo de parejas; por esa razón, muchas personas juzgaban mi noviazgo con Beomgyu, pero eso no me importaba en lo absoluto.
Luego de vestirme, le pedí a Jennie que bajara y me esperara en la cochera de mi casa, ella hizo lo que le pedí mientras me observaba con recelo, sabía que me tenía cierto resentimiento por lo que hacía, sabía que no estába bien, pero, ¿qué podía hacer?, no tenía opción, a pesar de que sabía que cualquiera me juzgaria si supiera lo que hago.
Sobre todo él.
Baje las escaleras de mi casa con rapidez, cuando estuve en planta baja quice dirigirme hacia la puerta principal para salir de ahí e ir con Jennie, pero como siempre, no podía salir de mi casa sin oír el mismo maldito reclamo;