Completamente enamorados

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Shen Yuan siempre había negado ser una pareja empalagosa con Binghe.

Era algo que siempre le recriminó Shang Qinghua cuando salía con ellos.

No pensó que (porque en el fondo lo admitía) fueran superados.

Menos de Mo Bei.
Binghe siempre se jacto de ser romántico y dulce.

Mo Bei da la sensación de matón no de príncipe azul.

Pero ahí estaban Shen Yuan y Binghe viendo a lo lejos a Mo Bei y Qinghua siendo ridículamente lindos.

Justo en la esquina bajo la luz del restaurante, Mo Bei abrazaba cariñosamente a Qinghua mientras esparcía pequeños besos en el rostro de Qinghua.
Éste reía tanto al recibir los besos de su novio.

La forma en la que se miraban los hizo sentir de alguna manera celosos.

Binghe nunca había recibido una mirada tan cargada de amor por su amado Yuan.
Yuan nunca había dejado esas demostraciones de amor de Binghe con él en lugares públicos. No es que no quisiera pero era demasiado incómodo darse hasta de la mano en la calle.

Ambos vieron la pareja ser lindos entre sí, sin importar que alguien los viera.

A los hermosos ojos azules de Mo Bei, no había nadie más bello y precioso que Shang Qinghua.
Alguien que prefirió conocerlo realmente, que dejarse llevar por su físico.
Qinghua lo hizo salir de ese caparazón de roca que se había autoimpuesto desde niño.
Aprendió a ver a traves de él con una simple mirada, saber su lenguaje corporal, cuando estaba molesto, incómodo, cuando algo le interesaba.

Siempre fue un chico de pocas palabras, practicidad más que nada. No le gustaba hablar más de lo necesario ni compartir sus pensamientos, mucho menos involucrarse con los demás.

Pero Qinghua siempre había sido tan hablador, divagando de una cosa a otra. Que no se dió por vencido con su frialdad o indiferencia.

Mo Bei aveces se asustaba al pensar que hubiera pasado si él se hubiera dado por vencido. Pero entonces solo tenía que mirar a su lado y ahí estaría Qinghua, con su linda sonrisa, el cabello despeinado, comiendo algunas semillas o pequeños pancitos.

Él era todo lo que hacía falta en su vida.

Qinghua sentía que se había ganado el santo Grial. Tener a Mo Bei junto a él lo hacía sentir completo y feliz.
Lo estaba con atención, le hacía buenos aportes, descubrió en él a un chico que le costaba expresar e incluso identificar que era lo que sentía.
Sin duda Mo Bei era más un hombre de acción que de palabras.
Si quería su atención solo lo miraría fijamente y Shang Qinghua sentiría esa miraba que casi lo quemaba.
Había empezado a dejar crecer su cabello primero por descuido y luego simplemente lo dejo al notar que a su novio le gustaba acariciar su cabello.

Esa noche había sido especial, Mo Bei le había pedido matrimonio en el restaurante favorito de Shang Qinghua.

Al salir no habían podido contenerse más y se besaron.
Unidos en su burbuja.

Completamente enamorados, alucinados entre ellos.

La noche era fresca y perfecta.
Siguieron su camino tomados de la mano, mientras reían por cosas que decía Shang Qinghua y por sugerencias de Mo Bei que después de unos segundos Shang Qinghua entendería que se lo decía en doble sentido.

Justo al llegar a un lindo parque que estaba casi vacío, habían ido a los columpios a jugar. Dándose miradas sugerentes, sonrisas complices.
Mo Bei no había visto nunca algo así, más bien nunca se había sentido así. Quería a Shang Qinghua en todos los sentidos.

Entre las sombras de los árboles, se quitó la chaqueta y a Qinghua su linda gabardina, lo hizo sentarse sobre sus piernas y lo besó.
Primero lentamente, solo saboreando sus labios, Qinghua acariciando sus brazos y Mo Bei apretando un poco su cintura.
Mo Bei mordió su labio inferior bajo sus labios hacia el cuello de su novio. Qinghua cerro los ojos disfrutando de las caricias de su novio, tomo su rostro entre sus manos y lo guió de regreso a sus labios dónde Mo Bei no soporto más la situación y lo demandó en un beso más profundo, más pasional. Sus respiraciones eran entrecortadas mientras se seguían besando y tocando encima de la ropa, el calor estaba haciéndose presente en ellos, Qinghua cortó el beso jadeando y miró a los ojos de Mo Bei un poco desorientado.

-Vamos a casa- dijo Mo Bei mientras le daba cortos besos

-Suena muy bien - dijo dejándose llevar- Tu me llevas.

-Te llevaré a Luna - le dijo con una sonrisa pícara.

Qinghua se sonrojó un poco mientras sonreía y sentía.

-Me encantaría, sí - dijo algo coqueto - yo también quiero que veas las estrellas - murmuró sobre sus labios.

Mo Bei gruño mientras le robaba otro beso. Un beso que dejó a Qinghua con el corazón en la boca, para después ser cargado en la espalda de su novio y éste apretaba sus piernas un poco.

Qinghua empezó a dar besos en el cuello de Mo Bei que se motivó lo suficiente para caminar más rápido y luego pedir un taxi porque todo lo quería era tener a Qinghua en su cama y hacerle cumplir sus palabras.

A lo lejos Binghe y Shen Yuan veían nuevamente a la pareja ser tan empalagosa, Mo Bei y Qinghua habían entrado en el taxi y habían visto a Mo Bei poner a Qinghua en sus piernas aún cuando había suficiente espacio para ambos.

Era demasiado obvio, que ellos dos parecían recién casados, completamente enamorados.
Binghe suspiró profundamente, bien, Mo Bei vivía el romance de ensueño.


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