Rumores

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Cada noche como siempre, Shang Qinghua se quedaba esperando por su esposo.

Y como cada noche desde hace algún tiempo este a veces no llegaba o llegaba muy tarde solo para que cuando Mo Bei llegué, encontrara a Shang Qinghua dormido en el sillón, en la silla en la cocina....

Shang Qinghua simplemente no sabía que pasaba. ¿Desde cuándo su esposo ya no tenía tiempo para llegar a tiempo a casa?

¿Andaba mal el negocio? ¿Porque Mo Bei no sé lo decía?
Pero eso quedo descartado cuando un día se atrevió a visitarlo en las oficinas. Dónde fue bien recibido menos por su esposo.

¿Quizás él lo estaba hostigando? ¿Estaba invadiendo su espacio personal?

Shang Qinghua llegó a esa conclusión.

Al menos al inicio.

Pero pronto... Descubrió una marca de labial en la camisa de su esposo. Y él no usa labial.

Tampoco usa perfumes dulces.

Shang Qinghua ya no recordaba cuando se había besado con su esposo.... ¿Cuando había Sido la última vez que se besaron? ¿Que platicaron? ¿Que se vieron?

¿Eso pasan todos los matrimonios verdad? Pasará... Pasará...

Penso Shang Qinghua, con el nudo en la garganta mientras se quedaba ahí sentado en el piso abrazando su anillo de bodas.

Eso llevo a qué, por primera vez en meses Shang Qinghua no sé quedara esperando por su esposo.




Y eso fue algo que notó Mo Bei.

Su esposo ya no le reclamaba por llegar tan tarde, por no pasar tiempo juntos.
Una noche ya no se dió la vuelta para abrazarlo.

Una noche su esposo ya no lo esperó.
Ahora encontraba a Shang Qinghua cómodamente en la cama, bien tapado y dormido profundamente.
Se aseguraba de darle todas las comodidades.

Shang Qinghua estaba feliz de tener un amigo en tantos años. Pues desde que se había casado con Mo Bei solo había vivido para él, todo su mundo era Mo Bei y pensaba que era recíproco pero la realidad lo llevo a ver que no era así.

Tenía alguien con quién tenía cosas en común aunque no pareciera.
Se había reído por primera vez en mucho tiempo.
Había hecho bromas con alguien.
Había alguien con quién compartir su tiempo.
Y sobre todo, alguien que le dedicaba tiempo a él.

No pasó mucho tiempo antes de que...

Mo Bei se dió cuenta que aquel brillo había vuelto a Shang Qinghua.
Se veía más brillante, sonriente y con energía.
Aunque hablaban vagamente, Shang Qinghua era amable con él.

No volvieron los reclamos por llegar tarde, no hubo nada respecto a manchas más descaradas en su ropa.

Habían llegado a su aniversario número 5. Y desde el número 3 habían tenido que celebrarlo en otra fecha debido a la agenda de Mo Bei.

Pero de un tiempo a la fecha...
Mo Bei estaba cada vez menos en casa.

Mo Bei estaba preocupado por la reacción de Shang Qinghua al decirle no podrían celebrar su aniversario de nuevo... Al menos en el día indicado.
Pero al final lo olvidó, los inconvenientes no le permitieron ni recordarlo a él menos a Shang Qinghua.

Aquella noche, mientras caminaba el jardín camino a su gran casa. Suspiro cuando en su celular vibró y leyó el recordatorio de su celular.

"Aniversario 5"

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