Arlette Slytherin | Bella Swan (G!P) (Terminada)

Capítulo 9

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1993. Volterra, Italia.

Castillo Vulturi.

- No sé cómo lograste dar conmigo, pero es mejor que te retires - Le dijo sin dejar de tocar el piano

- Arlette - La llamo suavemente- Es hora que regreses - Camino hacia ella- Ya pasaron varios años de que...

- No digas su nombre - Gruñó molesta parando de tocar de golpe- No te atrevas a decir su nombre, Albus

- Arlette, ella cometió errores, sí, pero sigue viva - Acaricio el hombro de la rubia

- Esta viva, pero Azkaban, Albus - Lo miro- ¿Tú cómo crees que eso me afecto? Torturo a Alice y Frank Longbottom - Sus ojos se llenaron de lágrimas- Mientras que su hijo estaba en su habitación, ¿Cómo quieres que regrese con ese niño en Hogwarts? ¿Cómo podré verlo a los ojos sabiendo que mi esposa torturo a sus padres hasta la locura?

- Todos saben que tú hiciste todo lo posible para que ella dejara de estar de lado de Tom - Se sentó a su lado- Todos saben que tú quisiste que ella dejara los mortifagos, todos saben que no fue tu culpa que ella hiciera todo lo que hizo

- Es mi culpa - Señalo molesta- Debí ser más dura con ella, debí llevarla conmigo a Koldovstoretz para tenerla vigilada, pero su obsesión a ese tonto hombrecito la cegó - Negó con la cabeza muy molesta- Fue mi culpa que Alice y Frank fueran torturados por ella, fue toda mi culpa, Albus

- El amor nos hace débiles, querida - La abrazó por sus hombros- Pero también nos hace fuertes, ella ahora está en Azkaban, cierto, pero no ibas a poder hacer algo más sin saber hasta dónde llegaría

- ¿A qué viniste, Albus? - Le pregunto secamente- ¿Quieres que dé clases a esos niños sabiendo que mi esposa es una mortifaga?

- Sí - Le contesto con simpleza- Esos niños, sus padres y el ministerio saben que eres inocente en todo lo respectivo a los mortifagos y a Tom, no tienen problemas en que vuelvas a impartir clases, los abuelos y antepasados de esos chicos son lo que son por ti

- No sé Albus - Negó con la cabeza mirando las teclas del piano- Lo tendría que pensar demasiado, puedo empeorar las cosa si regreso al ojo público después de todo lo que paso- Acaricio las teclas sin presionarlas

- No lo harás, querida - Le aseguro- A cambio, les darás valor para seguir y no tenerle miedo a lo que venga, Tom se fue por ahora, pero sé que regresara, así como Gellert lo hizo, pero todo saldrá bien

- Lo pensaré - Le dijo más tranquila- Te mandaré una lechuza con mi respuesta al final del día

- Gracias, querida - Beso su cabellera- Y aliméntate, te veo muy demacrada, aparte necesitas un baño, esta no es la Arlette Slytherin que conozco

- Mejor ve a besarle el trasero a Gellert - Bromeo sonriendo de lado haciendo reír a Albus- Deja que mi desdicha y desgracia me consuma

- Hasta al final del día, querida - Se paro del pequeño sillón- Por favor, aliméntate y báñate

- Sí, sí - Le restó importancia- Ve con su amorcito el Gellert

Albus se carcajeo para salir de la habitación, Arlette se paró para darle la última mirada al piano y estirar sus extremidades.

Había estado tanto tiempo que se estaban quedando inmóviles, desde que Bellatrix fue a Azkaban por torturar a ambos aurores se había aislado de todos quedándose tocando el piano en el castillo día y noche mientras se culpaba una y otra vez.

Estaba molesta consigo misma, no había podido parar a su esposa cuando supo que estaba a lado de Tom, no había podido sacarla de esa estúpida secta, había descuidado a su esposa por estar enseñando en Rusia.

- Arlette, querida - La saludo Narcisa Malfoy- Mírate, estás tan mal - La abrazó- Dime que te has cuidado correctamente

- Sabes la respuesta, Cisy - Disfrutando del abrazo de oso que Narcisa le daba- Desde que ella no esta no lo hago a cómo debería

- Vamos, pasa - La guio hasta la sala- ¿Qué paso, querida? Solo vienes a los cumpleaños de Draco y en navidad, pero ahora ni eso

- Albus quiere que vuelva a dar clases en Hogwarts - Le soltó sin tacto mientras se sentaba en el sillón costoso- Pero no sé si quiera

- ¿Por qué? - Le pregunto confundida- Has enseñado por siglos, es tu pasión, amas ver el potencial en los niños e impulsarlos a la gloria

- Sí, pero ahora esta Neville Longbottom entre esos niños - La miro- ¿Cómo podre verlo a los ojos sabiendo que Bella torturo a sus padres? ¿Cómo daré la cara a todos esos niños si soy la esposa de la mortifaga más fiel de Tom?

- Nadie te culpa - Acaricio su mano- ¿Has leído el Profeta? Nadie te culpa ni critica, a cambio te respetan por haberle querido parar, desde que apoyaste a Albus con Gellert todos confían en tus acciones, saben que no participas en las guerras al menos que sea necesario y lo hiciste con Tom

- Pero no pude evitar que ella siguiera, Cisy - Gruñó frustrada- Ella... Yo... ¡Merlín! - Se tapo la cara con sus manos

Narcisa al verla tan mal la abrazo con fuerza mientras le murmuraba que todo iría mejor, que todo saldría bien.

- ¿Madre? - Hablo Draco desde el segundo piso- ¿Tenemos visitas?

- Acaba de llegar tu madrina, cariño - Le contesto cuando ambas volvieron a su posturas tranquilas

Ambas escucharon los rápidos y fuertes pasos de Draco bajar por las escaleras, cuando vio a Arlette en el sillón a lado de su madre su mirada y rostro se iluminaron, hace cuatro años había dejado de llegar por la depresión en la que había recaído, pero claro estaba que él no sabía nada.

- Madrina - La llamo con ilusión acercándose a pasos tan rápidos que parecía correr

- Mi muchacho - Se levanto del sillón para abrazarlo- Estas tan guapo y alto - Cerro los ojos disfrutando del aroma de su ahijado y de su cercanía

- Te extrañé tanto madrina - Dijo con voz rota- Pensé que me habías dejado como la tía Bella

Arlette al escuchar el nombre de su esposa sintió un pinchón en el pecho, pero el saber el miedo de su pequeño Draco hizo que lo abrazara con mayor fuerza sin llegar a lastimarlo.

- No te dejaría de ver, cariño - Le dijo suavemente- Eres mi niño, ¿Cómo dejaría a mi niño solo?

- ¿Darás clases de nuevo en Hogwarts? - Le pregunto cortando levemente el abrazo para verla a los ojos

Arlette iba a negarse, pero al ver la ilusión de su pequeño rubio junto a la emoción de saber que podría dar clases de nuevo, no podía romperle el corazón a su muchacho, simplemente no podía.

- Sí, cariño - Sonrió levemente- Daré clases de nuevo en Hogwarts, tal vez hasta quite a Severus como jefe de mi casa - Bromeo haciendo a ambos Malfoy

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