Un amor en el olvido (Lingyi)

Cap. 10- Un amor correspondido

~~~♤~~~♡~~~◇~~~《Un amor entregado》~~~♤~~~♡~~~◇~~~

Jingyi se encontraba saliendo de una bonita casa. Llevaba una maleta de deporte y una bicicleta a la cual iba a subirse.

Dejando el lugar atrás, llegó a un club deportivo. Ingresó, saludó a su maestro como a sus compañeros para dirigirse a los vestidores.

Maestro- ¿ya se encuentra mejor ese rostro? No queremos que los niñas sigan asustándose.

JINGYI- si, ya mejor -soltó sin dar mucha importancia, solo llevaba una curita en su labio.

Los moretones ya habían sanado. A pesar de haber recibido los golpes, Sizhui podía haberlo dejado peor. Por lo que creía que el otro inconcientemente había bajado la intensidad desde el segundo golpe o es que era un hueso duro de quebrar.

Ingresó al vestuario y se desvistió, pero antes de bajarse los pantalones, se percató de dos muchachos ya vestidos que llevaban puesto los cascos.

JINGYI- No los había visto... ¿son nuevos?- se bajó los pantalones  provocando que uno de ellos pegara un golpe en la casilla y sea arrastrado por el otro.

Los miró extrañado y solo siguió cambiándose. Con el traje listo salió de los vestidores y se acercó a los demás.

El maestro los agrupó para que puedan practicar en parejas. Lan jingyi estaba explicando a los menores y a los dos nuevos.

Pidio a uno de los nuevos para practicar. Al inicio le fue fácil hacerlo retroceder, sorprendiendose luego al ver que el otro pasó de defenderse a atacar. Sus pasos le hicieron darse cuenta que no era un principiante.

JINGYI- Eres bueno... -sonrió al haber sido vencido- debemos tener otra batalla.

El sujeto asintió con el casco, mientras que su compañero hablaba con los menores para seguir con los movimientos de prácticas.

Al final del entrenamiento. Jingyi deseaba conocer a ambos sujetos, pero no parecían tener intensión de quitarse el traje en frente de él.

JINGYI- bien. No insistiré. Aunque es de mala educación no presentarse- soltó algo fastidiado por el actuar de los nuevos- no lo tomen personal. Pero el mantenerse en anonimato solo los hace ver sospechosos.

Salió del lugar con su maleta en el hombro y subiendose nuevamente a su bicicleta, se dirigió a la cafetería.

Saludó al dueño y se adentró a un pequeño cuarto para poder dejar sus cosas y cambiarse de prendas.

Al salir, jingyi usaba una camisa blanca, chaleco, delantal y pantalón negro.

Con una sonrisa comenzó a atender a los clientes. Había empezado a trabajar en ese lugar a unos días después de haber llegado.

JINGYI- helado de menta. Listo -dejó de apuntar- enseguida se los traigo.

Lan jingyi no tenía idea de que era visto por dos pares de ojos que estaban fuera del local, con capucha y gorro. Los dos sujetos decidieron ingresar e hicieron su pedido sin prestar la mirada a quien les atendía.

Lan jingyi los observó confundido pero no podía seguir haciendolo por que debía de estar trabajando. Con eso en mente pasó la tarde y llegó el momento de cerrar.

El dueño había tenido una llamada y tubo que salir una hora antes, dejandole el encargo de cerrar la tienda a Lan jingyi. Él aceptó tranquilo y estubo acomodando las cosas cuando se dio cuenta que de los dos sujetos extraños solo quedaba uno.

Se acercó al desconocido para comunicarle que ya iba a cerrar. Si lo echaba minutos antes no tendría miedo de saber que se tratara de un secuestrador o algún psicópata.