¿Dónde está el Amor del que tanto hablan?
- ¿Y quién putas es Rubby? - preguntó
- Ya te lo dije, una compañera del instituto - respondí
- Ah, está bien - dijo para después meterse al departamento
¿Acaso se puso celosa? Me gusta pero a la vez me asusta.
...
Ya pasó una semana desde que me mudé con mi novia Tania a su departamento.
En la escuela me va bien, por suerte ya faltaba poco para acabar la preparatoria ya que solo me faltaba un año más.
...
Me encontraba en la escuela sola comiendo la comida que me hizo Tania, que linda.
Desde la secundaria he estado sola, ya estaba acostumbrada hasta que alguien se me acerca.
Era una chica de piel pálida, con una vestimenta muy bonita, tenía unos ojos bastante llamativos de color verde, realmente era hermosa ante mis ojos pero su voz lo era todavía más.
- Hola, tú debes ser la chica de la otra vez - decía sonriendo sentándose a mi lado mirándome sacándome de mis pensamientos
- Perdona...no te escuché, ¿Dijiste algo? - dije nerviosa
- Jajajaja, que distraída eres - realmente es una chica muy linda
- Te pregunté que si tú eres la chica de la otra vez, estaba cargando una caja - decía con esa sonrisa que no puedo explicar pero que me volvía loca, no sé por qué pero me agradaba
- Ah, si, ¿Tú debes ser Rubby, no? - dije con la voz temblorosa
¿Qué MIERDA me estaba pasando?
- Si, ¿Cómo lo sabes? - pregunto sorprendida
- Es que te veo con tus amigas todo el tiempo y también eres la capitana del equipo de fútbol femenil - decía sonrojada mirando el suelo
- Jaja, me siento famosa - dijo para hacerme reír
- ¿Y bueno qué te trae por aquí? Pregunté curiosa
- Pues pasaba por aquí y te vi sola, ¿Nunca haz estado amigos? - pregunto directa
Que directa es.
Por alguna razón eso me hizo sentir mal.
- Desde secundaria... - dijo apenada y triste a la vez
- ¿Cómo crees? Eso esta mal, no debería ser así - dijo consolandome dándome un abrazo
Estuvimos hablando durante todo el receso.
Nunca creí que fuéramos a llevarnos tan bien, me hacía sentir especial cosa que con Tania no me pasa tan seguido. A veces se comporta amable y cariñosa conmigo y otras veces me trataba como una basura, la verdad no la entiendo....
Estaba por salir del instituto hasta que alguien me habla.
- Hola de nuevo - dijo Rubby
- Hola - dije apenada
- ¿Te aparece si nos vamos juntas? - dijo tomando mi mano a lo que yo accedí dedicándole una sonrisa
Estuvimos caminando con un silencio bastante cómodo, realmente me agrada estar a su lado pero la felicidad no duró mucho porque llegamos al departamento.
- Bueno llegamos - decía soltando su mano rápido
- Me agrado caminar contigo - soltó de repente
Estoy empezando a sentir cosas inexplicables.
- Ojalá se repita, me agradó pasar el receso hoy contigo - dijo con una sonrisa
Dios que linda se ve sonriendo la puta madre.
- Claro, ya sabes dónde encontrarme - dije para luego despedirme de ella y entrar al departamento.
Al entrar me encuentro con Tania bastante enojada.
- ¿Por qué tardaste tanto? - preguntó seria mientras escribía algo en su computadora en la sala
- Lo siento, no volverá a pasar. El profesor de física no nos dejaba salir - dije para luego dejar mi mochila en mi estudio que me dejó Tania
Me senté en la silla a pensar en Rubby, no, ¿Qué carajos estoy pensando? Tengo novia, no puedo hacerle esto. Quizá deba dejar de verla.
Sin darme cuenta Tania entro a mi estudio sin avisar.
- ¿Sonny? - dijo
- Mande amorcito - dije con una sonrisa
- ¿Quieres salir a comer algo? - preguntó
- Claro - dije para lanzarme hacía ella y darle muchos besos
...
Estábamos en un restaurante bastante bonito y elegante a la vez. Me encontraba admirando el lugar al que Tania me había llevado.
- ¿Te gusta este lugar amorcito? - preguntó de repente
- Claro que sí, aunque la comida aquí es bastante cara - decía apenada
- Jajaja, no te preocupes por eso, yo pagó -
De verdad que a veces no entiendo a mi novia pero no le tomo importancia, hoy quiero disfrutar esta comida con ella.
ESTÁS LEYENDO
Memorias De Un Corazón Roto
Novela JuvenilTodo tiene un límite hasta donde lo permitas, el estar atado a alguien no lo vale, porque nadie merece ser agredido/golpeado y aguantar todo por su pareja ni siquiera por amor. Eso es lo que sufre Sonya, una chica de 21 años que vive en México, CDMX...