❁ •VIGÉSIMO SEGUNDO• ❁

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La inminente noche se cernia sobre él, tranquila, fresca, oscura y casi asfixiante para su intranquilidad mental

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La inminente noche se cernia sobre él, tranquila, fresca, oscura y casi asfixiante para su intranquilidad mental.
Se había despertado a mitad de la noche en medio de una pesadilla algo... Erótica.

Algo que no le había pasado antes.

Mucho menos siendo uno de sus clientes el protagonista de su sueño, y bueno él le estaba poniendo por nombre "pesadilla" pero no recordaba haber sido fusilado, perseguido o asustado por alguien o alguna cosa sobrenatural para llamarlo así.

Simplemente fue un sueño erótico. Y no solo eso, fue con ese chico que se le estaba metiendo hasta por debajo de la piel.

Ojos marrones aparecieron en su sueño, que lo miraban deseosos y anhelantes, tiernos también. Un cuerpo flexible bajo el suyo; piel cálida, suave y tocada por el sol. Esas pestañas espesas pestañeando en su dirección. Sus toques, su piel, sus suspiros, esos labios...

Cerró los ojos y dio una calada profunda al cigarro entre sus manos.

Kim TaeHyung había aparecido entre sus sueños. ¿Por qué?

Suspiró apagando el cigarro casi enojado sobre la baranda del balcón en el que yacía apoyado. Maldito vicio. Se recriminó por tomarlo de nuevo, ¿Qué jodidos le pasaba? Estaba demasiado ansioso últimamente, demasiado pensativo. No estaba siendo él en lo absoluto.

El fresco de la noche golpeó su desnudo torso y se sintió más en paz, siendo portador únicamente de un pantalón ligero de dormir. Es noche, luego de atender a un cliente, volvió a casa nuevamente con la cabeza atiborrada de tonterías. El sexo como siempre le había resultado desalentador, ya ni siquiera era liberador.

Suspiró de nueva cuenta y se adentró de nuevo a su habitación, sin mayor sueño se sentó junto a la cama de su cachorra, ella dormía plácidamente mientras sus tres crías  se alimentaban cómodamente de sus inflamadas tetillas. Acarició los lomitos de cada cachorro y vino a su mente la promesa que le había hecho a TaeHyung de obsequiarle uno y viceversa, él le regalaría un bebé gato.

Apoyó su cara en una de sus palmas, ¿Qué le estaba pasando?

Quería aclarar sus dudas, pero también no deseaba para nada buscarles respuesta, temía pues de lo que tuviese que encontrarse en el camino.
No era un hombre temeroso, pero no sabía porque esa situación le ponía los vellos de punta.

Pensar en TaeHyung era, caótico. Vamos... El chico era toda una flor, una exquisita y bendita flor difícil de encontrar. Decir que era apuesto era solo una atenuación y mentiría si dijera que no era toda su jodida línea. Lo tenía todo para atraer; un buen cuerpo, un bonito rostro, una esencia genuina y una forma de ser exquisita. Era inteligente y sagaz. Lo había comprobado con horas de trabajar a su lado. Sus rasgos eran hermosos, aún se preguntaba cómo es que seguía soltero. Joder, él ya le hubiese puesto un maldito altar para venerarlo siempre de ser posible. Pero ese no es el punto. Ni lo sería jamás, porque él no estaba interesado, ¿Cierto?

~*𝒪𝓃𝓁𝓎 S.E.X*~ 𝘒𝘖𝘖𝘒𝘝.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora