"Tú y Yo seremos Solo Sexo. Ni tú sabrás de mi ni yo de ti. Pagarás por mis servicios, seré tu maestro; tu aliado, tu confidente, tu amante en la cama pero nada más.Te enseñaré el arte del Sexo, conocerás tu cuerpo, tus límites. No sabrás de mi vida...
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¿Sexo bajo el agua? Jamás lo habría imaginado, quizás ni es sus más eróticas fantasías. Pero allí estaba él, metido con ese hombre en las espumosas aguas de la bañera mientras lo hacía suyo una vez más.
Era irresistible la tentación, difícil de ignorar por más que lo intentasen. Sus cuerpos eran imanes, cargados ambos de sensaciones por experimentar, ¿Para qué ignorarlas cuando podías sacar provecho de estás?
—Shh cariño, tus padres nos descubrierán —El golpeteo de agua y esta derramándose al suelo, el cuerpo del menor montándole y sus gemidos que no podía acallar estaban resultando demasiado ruidosos. JungKook trataba de ahogar un poco sus gemidos mediante besos, pero si para él era imposible, para Tae aún más.
Brincaba deliciosamente sobre él, subiendo y bajando por su duro eje que se mantenía preso entre sus jugosos glúteos, el agua enjabonada haciendo su trabajo, facilitando este mismo, ejerciendo una presión deliciosa para ambos.
—¡!AH ¡! —Chilló TaeHyung, con las mejillas bien rojas y lagrimitas en las comisuras de los ojos.
—Joder, Tae, tu padre va a matarme —Gruñó JungKook hundiendo el rostro en su cuello, aferrándole más cerca de su cuerpo mientras impulsaba su propia pelvis para penetrarle más duro y, bendito todo lo bueno, estaba perdiendo de a poco la cordura.
El nudo bajo su vientre le anunciaba su inminente orgasmo, todo su cuerpo tensándose y acalorándose. TaeHyung lo apretaba tan bien que...Mierda, podía creer en Dios ahí mismo.
—JungKook, u-uum, me vengo, yoo... —Le anunció el muchacho jadeando en descontrol, aferrándose con dureza de los hombros del otro mientras daba sus últimas embestidas y se corría sin más bajo la cálida agua entre sus abdómenes. Y JungKook le siguió, no pudiendo resistir mucho más, necesitaba liberarse ya, llenarle, hacerlo suyo.
Habían mantenido relaciones esos últimos días, día y noche. Quizá desquitando ese deseo que no terminaba de irse, que quemaba abrazadoramente sus cuerpos sin remedio, estaban los dos demasiado sensibles pero al parecer siempre listos para más. Siempre querrían más del otro.
Tae cayó rendido contra JungKook, mientras este mismo trabajaba sus últimas embestidas y luego terminaba con el mejor de los nirvanas, como le gustaba, dentro de él.
Perdió la lucidez del tiempo y el lugar por unos momentos, mientras buscaba aliento y aferraba el pequeño cuerpo contra sí. Se acomodó a lo largo de la bañera y las cálidas aguas les recibieron para terminar de relajarles.
JungKook acarició el largo de su espalda hasta sus glúteos y lavó con cuidado su entrada haciendo entrar un par de dedos para sacar su propio semen, Tae suspiró realmente cansado y sensible, hecho de su amplio pecho, descansando sobre este.
—¿Relajado? —Inquirió el mayor, besando su sien mientras le peinaba los revueltos y húmedos cabellos.
—Dios, creo que no podré caminar por lo que resta de la semana —
