ANTES DE TI | Ansu Fati

2: El partido

ANSU
Algo Aparte (KHEA)

Llego a la Ciutat Esportiva. Es el último entreno antes del partido, que es esta noche. Tampoco creo que vayamos a hacer gran cosa, ayer nos dieron bastante caña por parte del equipo técnico.

Aparco y veo como Pedri y Ferran llegan con sus coches. Decido esperarles y entrar los tres juntos. Todavía queda media hora para que comience en entreno, pero es mejor llegar antes, porque si llegas tarde tienes que pagar.

–Bon dia – murmura Ferran, medio dormido.

–Hola – digo.

Pedri va embobado con el móvil cuando llega a donde estamos.

–Hola – dice, todavía mirando el móvil.

–¿Con quien hablas tanto? – pregunta Ferran, curioso mientras caminamos hasta la entrada del recinto –. Ayer también estabas muy viciado.

–No hablo con nadie.

–¿Algún juego nuevo al que te hayas viciado? – pregunto. Siempre juega a alguno de fútbol o básquet en el móvil. El niega con la cabeza.

Apaga el móvil y Ferran y yo aplaudimos.

–Dejen de joder anda – dice, fingiendo estar molesto.

Entramos y vemos que la gran mayoría están allí. Saludo a quienes voy viendo por el camino, Busi, Jordi, Marc. Están todos vestidos ya con la ropa de entreno.

–Buenos días – dice Xavi –. Cambiaros y salir al campo. ¿Habéis visto a Nico y Gavi? – pregunta el míster.

–Nico había ido a por Pablo – dice Pedri.

Xavi asiente y nosotros entramos al vestuario a cambiarnos.

Una vez cambiados, salimos, y vemos al gallego y al sevillano entrar al vestuario bastante agitados.

–¿Otra vez tarde? – pregunta Ferran.

–No ha sido mi culpa – dice Nico.

–¡No encontraba mi móvil! – dice el sevillano, indignado.

–¿Y? Vamos a entrenar. No lo vas a usar.

Gavi rueda los ojos y nosotros salimos al campo.

Tras terminar de entrenar, veo a Eric llegar.

–¿Y tú dónde estabas? – pregunto cuando se me acerca.

–El míster me dio permiso. Entrené antes y luego me fui.

–¿Para hacer...?

El aparta la mirada nervioso.

–¿Ha sido por...? – pregunto, refiriéndome a lo que el llama "el tema prohibido". Vamos, su hermanastra Ada.

Asiente disimuladamente.

–Luego me cuentas todo.

Entro a los vestuarios y mi amigo va a hablar con Xavi.

Me cambio y veo que Eric y Xavi siguen hablando.

–Ansu – dice Xavi, mirándome. Me acerco a ellos –. Bueno, estás mejorando bastante después de la lesión. Si todo va bien saldrás unos minutos hoy, pero si sientes molestias o algo te vas a donde estarán Busi y mi hija con Dani.

Al oír su nombre me sorprendo.

–¿Dani también ira? – pregunto, sorprendido.

–Si por lo que me dijo Dio ayer. ¿Por? – pregunta.

–No nada. Me cayó bien, al igual que su hija.

Él sonríe y me da una palmadita en la espalda.

–Bueno os dejo. Nos vemos esta tarde.

Ambos asentimos.

–¿Dani? – pregunta Eric, mirándome con curiosidad. Aparto la mirada.

–¿Qué? – digo, volviéndole la mirada de nuevo.

–No, no. Es raro. ¿Solo te cae bien? – pregunta, curioso.

Ambos comenzamos a caminar hacia la salida.

–He hablado con ella dos veces contadas. No empieces con tus teorías por que recuerda que conozco a tu amorcito.

DANIELA

Llegamos al estadio. Estoy nerviosa, la verdad.

Vamos a los banquillos, donde Xavi nos ha insistido que estemos. Dionne me comentó ayer por la noche que su padre le había dicho de trabajar las dos como fisioterapeutas – la carrera que estamos estudiando ambas ahora – en el club. Al principio hacer una especie de prácticas y luego cuando acabásemos la universidad seguir trabajando allí.

Charlamos un rato con Busquets mientras vemos a los chicos entrenar. Miro varias veces a Ansu, lo admito. Pero tampoco es que esté tan bueno como dicen. Es...normalito. Normalito. Ese es el mejor termino para describir al canterano.

–¿A quién miras tanto? – pregunta Busquets a Dionne. Ella se pone un poco nerviosa. La conozco demasiado bien. Y ella a mi también, y me da miedo que si miro mucho a Ansu se piense cosas que no son.

–Babea por Nico, por si no lo sabias – informo.

Marujeamos un rato más sobre Nico y Dionne. Son bastante adorables cuando están juntos, aunque claro, los dos orgullosos no lo admitan públicamente.

Comienza el partido. Y mi mirada, inconscientemente va a parar a Ansu casi todo el tiempo. Esta sentado justo en la fila de abajo nuestra. Y eso hace que me ponga nerviosa. Ha entrenado, pero Xavi seguramente lo saque en la segunda parte. Por lo que sé, estuvo lesionado y hace poco que se recuperó, pero mejor prevenir que curar, como diría Quevedo.

Llega el descanso. Ansu se levanta de su silla y se gira, y nuestras miradas se cruzan. Yo la aparto casi al instante.

Que me estás haciendo, Ansu Fati. Pienso, mientras me levanto a comprar unas patatas para matar un poco el tiempo. 

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Holaaa

Primero de todo, espero que os esté gustando la historia :)

Segunda, esta semana no publicaré mucho, ya que me voy de vacaciones y quiero un poco de desconexión, pero tal vez os suba alguna cosilla, no sé, depende de cuanta cobertura tenga y eso.