Amor por Accidente • (Cameron Dallas FanFic) ©

8. Tentación

Los días en Los Ángeles, pasaban cada vez más rápido a medida que la costumbre en mí aumentaba. La vida junto a mis primos, era mucho más productiva que en Kansas. Vivir de fiestas y reuniones junto a todos los niños era algo que mantenía mi mente despejada. El hecho de que Tory y Nash estuvieran saliendo, se me hacía algo 'pesado' para procesar, ya que la mayoría de relaciones a distancia, no funcionan bien y ahora de que Tory ha regresado a Kansas, todo se ha tornado gris.

Abrí con cautela mis ojos al oír las pesadas gotas de lluvia caer por la ventanilla de mi recamara en la mañana fría del domingo. A pesar que mi cuerpo se encontraba bajo las muchas frazadas de mi cama, sentía mi piel congelarse al transcurso de los segundos.

Al quitar todo el peso de aquellas frazadas de mí para lograr estirarme, pude oír el sonido de una videollamada proveniente de mi ordenador. Cogí un abrigo rápidamente de mi armario y abrí el ordenador, encontrándome con el rostro de Tory en una sonrisa. La luz que provenía de este, me encandiló ya que mi recamara estaba a oscuras.

—Buenas noches, linda—Dijo ella ampliando su sonrisa al verme—.Te echo mucho de menos—Añadió bajando levemente las comisuras hasta formarlas en una mueca.

—Tory, aquí no llegan a ser las 7:00am—Dije en una sonrisa—. ¿Me echas de menos a mí o a tu novio? —Pregunté ampliando mi sonrisa al verla sonrojar.

—Ambos—Admitió en un revoloteo de ojos—. ¿Cómo andan los asuntos con 'Cameron'? —Preguntó ella con un tono de ironía en su voz.

—No hay asuntos con 'Cameron'—Respondí imitando su tono.

    — ¿Aún no te aventaste a él? —Preguntó ella abriendo los ojos como platos.               

— ¡Tory! —Exclamé sintiendo mis mejillas arder.

— ¿Qué? A los chicos les gusta—Respondió ella en una sonrisa.

— ¿A Azulito le gustó? —Pregunté en una sonrisa bufa, pero al ver su sonrisa pícara, reaccioné—. Si, mejor no respondas—Añadí sin poder evitar la mueca de desagrado en mi rostro—. ¿Tory? Por la noche llamo. Tengo que tomar el autobús a la Universidad de Stanford por la beca al año entrante—Dije en una sonrisa—. Saluda a tu madre por mí. Te echo de menos. Adiós—Dije antes de finalizar la videollamada.

Bajé los escalones con cautela y en silencio para no despertar a nadie. Toda la casa se encontraba a oscuras ya que la lluvia no permitía la iluminación ingresar. Me dirigí automáticamente a la cocina y encendí la luz de esta. Cogí una taza mientras encendía la cafetera. Al notar que tomaría unos momentos preparar el café, comencé a tararear una melodía que vino a mi mente.

—Con que también eres madrugadora, ¿huh? —Su voz, un dulce ronroneo, estaba aún más ronco por la mañana. Me estremecí al oírlo y un escalofrío recorrió mi espalda.

Me di la vuelta con una leve sonrisa entre los labios. Allí lo vi, con su cabello algo alborotado y una camisa de un color grisáceo tomando asiento en la isla de la cocina. Pude notar sus ojos más brillantes sobre unas leves ranuras algo hinchadas bajo ellos delatando su despertar temprano. Una ola de calor me abrazó al verlo y mi pecho comenzó a sentirse.

— ¿Qué haces aquí, Cameron? —Pregunté ampliando mi sonrisa.

— ¿Siempre preguntarás lo mismo cuando me veas bajo tu mismo techo?— Soltó él alzando una ceja acompañando con una sonrisa.

No pude evitar romper a reír ante su comentario.

—Siento sorprenderme al ver un hombre semi-desnudo trasnochando en mi baño—Respondí oyendo como una carcajada se disparaba de sus labios.