Amor por Accidente • (Cameron Dallas FanFic) ©

10. Juego Cardíaco

Sus ojos; aquella intensa mirada; quemaba mis párpados. Lograba que estos ardieran como si su mirada fuese fuego. Podía sentir mi cuerpo completamente tensionarse al igual que mis dientes rechinar ante la fuerza con la cual cerraba mis labios.

Lancé una bocanada de aire; más bien un suspiro al abrir repentinamente mis ojos y cortar la intensidad de la mirada. ¿Todo había sido un sueño? No podía creerlo. Había sentido el calor del fuego. Mi piel pegajosa por el sudor ardía y mis párpados estaban adoloridos; secos.

Me reincorporé en la cama y observé la hora. Había tiempo de tomar un baño antes de ir a la escuela y no dudé en hacerlo.

Al salir de este, me calce mi par de jeans al cuerpo junto a una remera básica de escote en 'V' de un tono rojizo. Lo combiné con unos borceguíes negros. Al maquillarme y perfumarme; cogí mi bolso y abrigo y bajé las escaleras.

— ¡Bigote! ¡Tengo bigote! —Exclamó Hayes mientras corría por toda la casa con los brazos arriba y una sonrisa pintada en el rostro.

Quedé boquiabierta al verlo con una sombrilla por arriba de sus voluminosos labios.

— ¡Lía! ¡Mira! —Volvió a exclamar mientras se acercaba a mi ampliando su sonrisa— ¿Lo ves? Allí—Añadió señalando impaciente la sombrilla arriba de sus labios— ¿Comprendes? No eran manchas solares. ¡Tengo bigote!—Volvió a añadir manteniendo su sonrisa.

Rompí a reír al ver su rostro que aún mantenía el 'toqué' bebé con bigote.

—Hayes, te queda feo—Admití con una sonrisa apenada al ver sus comisuras altas bajarse al instante—Tienes el rostro de un niño y el bigote no les queda a los niños—Añadí intentando volver a formar una sonrisa en su rostro, pero fallé.

—Anda, Hayes—Comenzó Azulito, quien reposó su cuerpo en el arco de la puerta que daba hacia la cocina—A Lucy no le gustará tu bigotito—Añadió logrando que Hayes enrojeciera.

—Nash, has jurado que no se lo dirías a nadie—Replicó Hayes observándole algo fulminante.

—Con que mi primito tiene novia, ¿huh? —Comencé con una sonrisa burlona.

—No es mi novia. Me gusta, es todo—Respondió Hayes bajando la mirada avergonzado.

— ¿Sabes algo, Hayes? Existe la rasuradora. Ve y pásatela—Comenzó Nash observando detenidamente su manicura.

—Es que quiero tener bigote para el juego de hoy—Replicó Hayes nuevamente dando una patada al aire con furia.

—Aguarden. ¿De qué juego hablan, niños? —Pregunté depositando mi bolso en el piso ya que este pesaba.

—Habrá un partido esta tarde, luego de la escuela—Confesó él en un suspiro.

— ¿Por qué no me has dicho nada? —Pregunté confusa.

—No quiero que me veas jugar. No soy de los mejores y me...—Comenzó comenzando a jugar con sus zapatos incómodo.

—...estaré allí luego de la escuela. Para mí siempre serás el mejor—Comenté antes de rodear su cuello con mi brazo y besar su mejilla.

***

Las bocinas de su Volvo lograron estremecerme. No pude evitar sentir la amargura nuevamente recorrer mi gargantilla. No quería verlo; no podía. Creo que si lo hacía, mis ojos se convertirían en un mar de lágrimas.