Prohibido - Minwon

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Mingyu

Mingyu pasó el resto del fin de semana sin ver a Wonwoo, pero no pudo sacar ese beso caliente y abrasador de su mente. No podía creer que su plan haya funcionado. Wonwoo había accedido básicamente a quitarle la virginidad, y ero lo único en lo que Mingyu era capaz de pensar.

Besar era genial, pero solo le quedaba un mes y medio antes de empacar para ir a la universidad, y quería pasar la mayor parte de ese tiempo teniendo sexo con el atractivo mejor amigo de su padre. Pero Wonwoo le pidió una lista, y él había hecho una con la palabra sexo en la parte superior... donde pertenecía.

Era lunes por la mañana, acababa de abrir la librería y se sentó en el taburete detrás del envoltorio de efectivo cuando sonó el teléfono. Lo sobresaltó, pero lo atrapó al tercer timbrazo.

"Librería XOXO. ¿Cómo puedo ayudarte?", Seojoon no había repasado con él sobre cómo responder telefónicamente, así que esperaba haberlo hecho bien.

"¿Mingyu?".

"¿Sí?".

"Es Wonwoo".

Él tragó. "Hola. Hey".

"¿Está bien que te llame allí?", preguntó Wonwoo.

"Sí". Él asintió, aunque Wonwoo estaba al teléfono y no podía verlo.

"Está bien".

"Suenas sobresaltado".

"Nunca he oído sonar el teléfono aquí", admitió con una pequeña risa. "Me agarró con la guardia baja".

"¿Tienes un minuto para hablar? Sé que no deberíamos hacer esto en el trabajo, pero..."

"Tengo tiempo", respondió rápidamente. "Es muy lento aquí. No estoy convencido de que la librería no sea una fachada para algo más ilegal".

Wonwoo se aclaró la garganta. "Quiero hablar sobre tu lista".

"Oh", Mingyu tragó, acomodándose en el taburete que de repente se sintió demasiado pequeño y desequilibrado. "De acuerdo".

"¿Tienes un descanso para almorzar?".

"Algo así", dijo. "Seojoon dijo que comiera en el mostrador si quería, pero puedo cerrar un rato si es necesario".

"¿Recuerdas cómo te dije que esto sucedería en mi horario, no en el tuyo?".

"Sí". Él recordaba. Muy bien.

"Me gusta que las cosas se hagan a mi manera", continuó Wonwoo.

"Lo supuse".

"Entonces, me gustaría que puedas respetar eso".

Mingyu cerró los ojos y se inclinó, su antebrazo aterrizó en el mostrador e impidió que se deslizara hacia un charco justo en el suelo.

Wonwoo no había terminado.

"Aprecio lo directo que fuiste conmigo el sábado, que hiciste lo que tenías que hacer para conseguir lo que querías. Pero hemos terminado con ese comportamiento por ahora. Si quiero que tomes la iniciativa, te lo diré. ¿Está eso entendido?".

"Wonwoo".

"Estas son mis reglas, Mingyu", explicó Wonwoo. "Soy lo suficientemente mayor para saber lo que me gusta y lo que no, y si quieres beneficiarte de esa experiencia, debes hacer lo que te diga. Tengo tu lista; sé lo que quieres de esto".

"Como decía", dijo con voz áspera, la polla hinchándose entre sus piernas sin razón aparente. ¿Por qué la forma en que Wonwoo le hablaba era tan jodidamente excitante? Y sí, Wonwoo tenía su lista, pero de ninguna manera estaba completa. Quería hacer de todo. Simplemente no creía que tuviera tiempo. Había tenido que priorizar.