Capitolul douăzeci și opt┇𝙼𝚎𝚕𝚊𝚗𝚌𝚘𝚕𝚒́𝚊

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Maratón 1/4


Ronald regresó a la casa de Theodore Nott, el castaño lo había llamado para que fuera, y esperaba que fuera importante, porque había tenido que dejar a su hermano para lo que sea que el chico quería.

— El joven Nott salió un momento— le dijo el mayordomo cuando entró a la casa.

Ronald rodó los ojos con fastidio, ahora aquel niño lo hacía esperar.

— ¿Desea esperarlo en la sala? — ofreció el hombre.

— Si no tengo otra opción... — masculló.

Caminó por sí mismo hasta la sala de estar, con intención de sentarse en el que se había convertido en su sillón favorito, individual pero amplio, y con una agradable vista al patio trasero.

Pero alzó las cejas cuando notó una cabellera rubia sobre el respaldo.

Alzó las cejas, ofendido, rodeó el sillón para ver el rostro de un chico joven y de rasgos muy atractivos, que alzó su mirada de ojos cafés de su celular hacia el rostro de Ronald.

El rubio hizo una mueca con los labios al sentir el olor de aquel pelirrojo.

— ¿Pasa algo? — preguntó el rubio, en tono normal, casi desafiante.

Ronald chasqueo su lengua, más que ofendido.

— ¿Cómo te llamas, niño?

— Soy Neville Longbottom— respondió con desinterés—, ¿Debería conocerte?

— En realidad no— dijo—, pero ya que estamos— se llevó una mano al pecho—, Ronald Weasley.

— Oh, sí, el que dio el discurso motivador con Theodore hace unos días.

— El mismo.

Neville asintió una vez, y volvió a mirar su celular.

Ronald permaneció de pie unos segundos, al notar que el otro no tenía intención de levantarse, suspiró, sentándose en el sillón más amplio, acomodando los pies sobre el mismo.

Entre el castaño que lo había llamado para luego irse, y aquel rubio en su lugar favorito, ya habían logrado ponerlo de mal humor.

Pasaron más de diez minutos hasta que Theodore llegó, pero apenas un minuto antes de que el auto entrara a la propiedad, el chico rubio se levantó y salió de la sala, ganándose una mirada extraña por parte de Ronald.

Cuando el castaño apareció en el umbral notó el humor del pelirrojo al haberlo hecho esperar, y tragó duro.

— ¿Qué querías?

Theodore se apresuró a sentarse cerca de él, recordándole lo que le había dicho de comentar el estado del omega y el de su hermano, con lo que Ronald pareció relajarse un poco.

Ambos coincidían con la fiebre, el cuerpo frío, dolor muscular, y un estado somnoliento, letárgico, constante.

Y el fuerte olor a tristeza, que hacía sentir bastante mal a los demás.

Aunque parecía que Harry estaba más afectado, porque no tenía apetito, y pasaba todo el día en cama, caminando poco y con dificultad, a diferencia de Draco, que parecía más activo.

Ronald hizo una mueca al escuchar que el omega estaba tan mal, y por un momento se sintió agradecido por el estado de Draco.

Theodore le comentó que un médico estaba revisando al omega, con lo que Ronald finalizó con que había dejado a Draco a cargo de unos raritos.

DELTA- DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora