Capitolul treizeci și opt┇𝙽𝚞𝚎𝚟𝚘 𝚑𝚘𝚐𝚊𝚛

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[Extra 2: Theoville]


Neville no podía evitar sonreír al ver a su alfa cargar tres cajas a la vez, marcando los músculos de sus brazos, expuestos por la remera sin mangas.

Eso y que su pareja estaba más que emocionado con la mudanza a su nuevo hogar.

En todos esos años de convivencia habían pasado por al menos cuatro departamentos distintos, siendo uno un poco mejor que el otro, pero esa sería su primera casa, nada de edificios, ruido de autos o la pesada atmósfera del centro.

Pequeña, al fondo del terreno de la familia a la que le pagaban la renta, una modesta y cómoda casa de tres ambientes, ubicada en un agradable barrio residencial por el que no pasaban muchas personas.

Luego de que Nott decidiera actuar como un alfa, y no como un cachorro mantenido, para marcar a su algo raro novio y enfrentar a su familia, habían sido echados por los Nott, porque no querían nada con un beta.

Pero era algo que tenían previsto, y Theodore ya había sacado casi todo su dinero de su cuenta, antes de que sus padres cancelaran su tarjeta, y los empleados del joven Nott los habían ayudado a conseguir departamentos baratos, lo llamaban para preguntar por ambos y lo trataban como si fuera su hijo recién mudado, preocupándose por ambos y ofreciéndoles ayuda cada vez que la tuvieron difícil.

Así que las cosas habían cambiado rotundamente, pero para mejor.

—Deja, amor— habló Theodore, apareciendo a su lado de golpe, apartándolo de las cajas que estaba por levantar, para cargarlas él mismo—. Terminaré de bajar el resto, ¿Quieres ir desempacando algo?

Neville sólo asintió, sonriendo complacido por el gesto de su alfa.

La parte que más odiaba era la de bajar todas sus cosas, pero le encantaba ordenar todo, buscarle un lugar a cada mueble o pertenencia.

Al pasar hacia el fondo del terreno, siguiendo un cómodo camino de piedras, el beta notó la mirada de alguien sobre él.

Alzó la cabeza para encontrar a una joven hablando por celular, quien continuó mirándolo fijamente conforme caminaba.

Algo asustado, y con una sensación de haberla visto antes, Neville se refugió en su nuevo hogar casi corriendo hacia el interior.

Comenzó a ordenar las cosas de lo que sería el dormitorio, armando la cama, acomodando la ropa de ambos para luego comenzar a acomodar sus demás juguetes, cargadores de celulares, y una que otra pastilla para malestares que guardaban en las mesas de luz.

— ¡Nevie! — escuchó a Theodore llamar, subiendo las escaleras hacia el cuarto, se asomó por la puerta con expresión confundida— ¿Tengo algo en el trasero?

El castaño se giró, dejando a Neville admirar la vista.

— Mí mirada— dijo el beta, con una sonrisa divertida.

— Nev~, enserio— Theodore sonaba extrañamente avergonzado, haciéndolo sonar como un niño.

— Bien, ahora tienes mí mano— el chico apoyó su palma completamente sobre la nalga izquierda de su pareja, apoyando el mentón sobre el hombro del alfa para mirarlo de cerca—. ¿Por qué preguntas eso?

Theodore suspiró un poco.

— Es que una mujer no dejaba de mirarlo— comentó.

Neville frunció el ceño.

DELTA- DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora