Sirena ( Klaus M) [ EN EDICIÓN ]

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"TU MADRE ESTÁ ABSOLUTAMENTE LOCA, Y NO QUIERO DECIRLO EN EL BUEN MODO".

Judas se frotó los ojos, las patas de gallo se arrugaron en los bordes "No creo que sea el momento de hacer bromas a su costa, ¿o es esa tu forma de lidiar con su locura, papá?"

Klaus palideció ante el título antes de mirar por encima de su caballete para mirar al joven, estaba pintando al Mikaelson de cabello oscuro, creando una imagen que era sorprendentemente similar a la persona real; capturó la vitalidad y los traviesos ojos verdes de su hijo.

"Quédate quieto" dijo, con el pincel en el aire.

"Tu constante inquietud me hace querer tomar este lienzo y golpearte con él"

Judas asintió, "Está bien, está bien es solo que Bonnie y yo hemos estado buscando literalmente en todos los grimiores disponibles sobre alter egos nada, nada encontramos es como si alguien está ocultando la respuesta".

"Eso es ridículo", dijo Rebekah, deslizándose hacia su hermano "Tiene que haber algo".

Klaus ignoró por completo el comentario de su hermana "¿Por qué tardaste tanto?"

Suspiró, se volvió hacia Judas y le hizo un gesto a Klaus "Mira bien lo que tengo que enfrentar todos los días".
Luego, continuó, sin dejar espacio para la próxima negación de Klaus.

"Alaric no quería entregar la estaca Afortunadamente, soy bastante encantadora".

"¿Eso es todo?", Preguntó Klaus con dudas. 

"La última de las estacas de roble blanco que puede matarnos ¿Quieres hacer los honores o debo hacerlo yo?"

"También podría", murmuró, partiendo la estaca por la mitad y arrojándole una parte a Judas "Apunta a la chimenea y no a mi cabeza, ¿quieres?"

"No te lo prometo", guiñó el niño.

"Bueno, eso es todo entonces", reflexionó Rebekah mientras el arma se quemaba.

"Haz las maletas, nos vamos".

"¿Hoy?", Preguntó Judas Mikaelson, boquiabierto.

"¿Por qué no? No hay nada que nos retenga aquí agarraremos al doppelgänger y a Lilura, y nos iremos antes del atardecer" se encogió de hombros el Original.

Judas se cruzó de brazos, contemplando si debería decir algo cuando Rebekah hizo un puchero.

Sabía que a Klaus Mikaelson le gustaba hacer creer a los demás que era irremediablemente indiferente a todo.
Pero después de pasar una cantidad considerable de tiempo con el Híbrido, Judas había visto la simple mentira en esa fachada.

Para ser honesto, el Híbrido se movía cínicamente de las formas más horrendas posibles, ya fuera asesinando a alguien en el acto o torturándolo en su sótano durante semanas, pero tenía cierto sentido de la lealtad y la moralidad.
Era la lealtad a su propia causa y un corazón inmortal de oro para la gente, para ser exactos, la persona que lo empujaba en cada paso del camino, estaba lejos de ser indiferente y sin embargo, parecía extraño ver a Klaus Mikaelson ocultar su preocupación por Lilura Anthemoessa porque, de la manera más aparente posible, el Híbrido estaba enamorado de la Sirena, y la Sirena estaba enamorada del Híbrido.