No creí que fueras real (Alastor x tu)

Parte 1 -Tn

Año 2029

Cerca de las fronteras de la capital, en un bosque cercano a un pueblo se encontraba una joven de 26 años en su cabaña, la cual se volvió su hogar luego de haber salido del nido de su familia.
Ella es una joven morena, con un cabello azabache y algo largo. Sus ojos son de un marrón oscuro muy hermoso.
No es tan alta, es de estatura media, de 1,62m o 1,63m. No lo sabe bien exactamente ya que todas las veces en que ha ido a las visitas médicas o cuando ella misma se media su estatura, siempre el medidor le tiraba una medida diferente, hasta a veces 1,64m.
Pero a pesar de ello, ella nunca se sintió enana. Es decir, si bien ella conoció a muchas personas mucho más altas también conoció a personas más bajas que ella y cree que se siente algo afortunada por su estatura ya que es casi prácticamente perfecta para todo. 

Sus gustos son algo raros, según ella, ya que por así decirlo le gusta de todo un poco. Lo muy adornado a cosas simples, delicadas y descaradas, tenebrosas o perturbadoras a normales y pacíficas. Además, le gusta leer y confeccionar ropa. Y también tiene un gusto combinado de cosas modernas y antiguas. Por ejemplo, las ropas que se usaban cerca de los 1930 o por esa época, o cosas o artefactos de ese tiempo. Se dedica a trabajar desde casa, aunque no le guste mucho, pero es lo más cómodo y mejor, además que ella misma controla sus horarios.
Y no se trata de algunos de esos trabajos que te ofrecen en internet, si no que ella es Diseñadora Gráfica y Animadora, entre otras cosas.
Decidió vivir allí ya que deseaba vivir sola en algún lugar tranquilo y tener su propia casa desde hace ya mucho tiempo. Aunque al principio la idea principal era comprarse una casa en un lugar mucho más cercano a la ciudad, no pudo resistirse a la idea de vivir en una cabaña en medio del bosque cuando la vio en venta en el momento que buscaba precios y un buen lugar para vivir.
Era el lugar perfecto para vivir. Era prácticamente todo lo que buscaba. Además, estaba ubicada lejos de la ciudad y medio cerca de un pueblo, en donde la temperatura no era ni muy calurosa y ni muy fría; esta estaba en medio del bosque, el cual tenía su propia fauna que podría apreciar todos los días. Como, por ejemplo: zorros, lechuzas, aves pequeñas, ciervos, lobos, entre otros.

La verdad no le fue fácil dejar a su familia porque eran ellos contra el mundo. Pero ya era grande, una adulta y quería también sus propias cosas. Aunque se había ido a vivir sola, no dejaría que a su familia le faltara nada, ya que desde donde estaba les mandaría suficiente dinero para que vivan más que bien y sin preocupaciones, e intentaría ir a verles a menudo o lo más que pueda.

Estaba bien, trabajaba de lo que quería y le gustaba, vivía donde quería; y además podría hacer las cosas que quisiera con más calma y sin temer que le descubrieran haciendo algo que a su familia no les guste. Si bien no le gustaba que su familia viera su trabajo, ella también temía que ellos descubrieran lo que ella hacia mientras que no estaban o a escondidas de ellos; ya que no era nada santo lo que hacía.
Y no es que se acostará con distintos hombres, no. Ella era reservada. Si no que se dedicaba a las artes oscuras como la hechicería, el vudú, a la magia blanca, negra y roja, entre otras cosas. La verdad no sabía porque le gustaban o le llamaban tanto la atención esas cosas, pero no podía evitarlo.
Además de tener esos gustos algo extraños, también tenía fuertes impulsos y pensamientos que también fueron una razón más para vivir sola y lejos de su familia. Estos impulsos y pensamientos no eran extraños para ella ya que los empezó a sentir desde una corta edad, estos eran impulsos asesinos que nunca, hasta ahora, logró satisfacer. Y muchos de los pensamientos que tenía eran muy perturbadores y turbios en comparación a una persona "normal". A veces se sentía mal y consternada por tenerlos ya que no quería lastimar a nadie o pensar de esa forma. Pero otras veces solo quería hacer daño a gente desagradable y mala, como a violadores, estafadores, delincuentes, entre otros. Y esos pensamientos también ayudaban a alimentar esos tan ansiados deseos oscuros que tenía.

...

Volviendo a la casa...

Donde vivía era perfecto para ella. La cabaña era de dos pisos, tenía varias habitaciones para usar en lo que vos quieras y para invitados. Alrededor de está tenía una gran cerca para protegerse de los animales salvajes y además poder tender su ropa y demás tranquilamente. Y claro que tenía un auto ya que tenía que hacer viajes para recargar víveres, pasear y ver a su familia.

...

Luego de unos 3 meses 

A ella le estaba yendo muy bien. Tenía una vista hermosa todos los días al despertar. Aunque a veces se sentía un poco sola porque extrañaba la compañía de su familia, pero le pareció normal ya que era la primera vez que pasaba tanto tiempo sin vivir con ellos. Porque hubo algunas ocasiones, antes, que se quedó en otro lugar por máximo una semana y no más. Eso sí en este tiempo ya les fue a ir a ver varías veces, como 15 o 20 veces. Ya perdió la cuenta, el motivo de que fueran tantas visitas era porque aún tenía que buscar cosas que le habían quedado. Pero bueno, estaba bien y su familia igual, y eso ero lo que importaba.
Una de las cosas nuevas que hizo en ese tiempo fue que pudo saciar, finalmente, esos deseos asesinos. El primero de ellos fue un borracho del cual escucho rumores de que había violado a varias jovencitas y mujeres del pueblo cercano a su cabaña y que no le hacían nada ya que tenía mucho dinero y andaba en cosas raras (como en una mafia con los delincuentes). Además, que no respetaba a nadie, buscaba problemas con todos los que se cruzaba.
Sucedió, este incidente, en una noche normal, nada fuera de lo común y algo cálida...

Hace un mes y medio atrás...

Narra tn

Estaba caminando por el pueblo que queda cerca de mi cabaña. Era una noche tranquila, había pocas nubes en el cielo y se podían ver las hermosas estrellas. Sin duda era algo que necesitaba experimentar desde ya hace tiempo. 
Había cambiado un poco mi vestimenta, últimamente estaba usando unas ropas que eran formal e informal, o una de ellas dos más, y lo hacía cada vez más seguido porque antes no solía usar mucha ropa formal.
Aunque esa noche estaba usando un pantalón negro bastante cómodo y una remera de un color claro y algo "formal" por así decirlo, según yo, y con un saquito negro ligero que me llegaba un poco más abajo de la cola. Y, además, se me ocurrió empezar a usar guantes negros de un material parecido a látex, pero muy cómodos, porque me pareció buena idea.
Estaba todo muy tranquilo, la mayoría de las personas del lugar ya se habían ido a dormir. Estaba yendo de camino a mi auto, el cual se encontraba un poco a las afueras del pueblo, cuando de pronto...