No creí que fueras real (Alastor x tu)

Parte 4

Anteriormente...

Estaba por salir, cuando noté que me observaba. Parecía extrañado por mi comportamiento. Así que fui hasta en frente de el y me puse de cuclillas.
-Tn: Mira... voy a salir un momento, tengo que buscar comida para tí...-se escucha un aullido a lo lejos-...yo estaré bien. No te asustes si oyes disparos. No demoraré mucho. Se que comprendes lo que te digo, así que tranquilo....- dije de manera tranquila para después irme.

La verdad, parecía que entendía. Se que parezco una loca hablándole a un animal salvaje pero este parece diferente...

Narra Alastor

Ahora me encontraba en la casa de una desconocida. Me habla como si supiera que la entendía. En realidad cuando me encontró pensé que era algún lobo u otro animal que venía a comerme, o algún cazador...

Solo acepté venir con ella porque si me quedaba allí sin poder moverme de seguro que iba a ser casado por algún animal u otra persona. Después de que cruzó su puerta, me quedé observando la casa, no parecía tener malos gustos esta jovencita. Se que dijo que fue por comida pero no tengo hambre (suena su estomago) bueno no tenía hambre. Lo bueno por así decirlo es que ya no me duele tanto el cuerpo como cuando desperté. Estaba bien.
Como no podía moverme mucho, intenté usar mis poderes para ponerme de vuelta a la normalidad pero nada funcionó. Lo último que intenté hacer fue utilizar mi sombra, la cuál si respondió a mis ordenes. Si bien no podía hablar por mi condición, está sabía lo que yo quería hacer. Al parecer mantuvo su forma pero no tenía la misma fuerza y poder que antes, si no que estaba debilitada por así decirlo.
...
Pasó como media hora o un poco más, cuando escuché que se estaban acercando a la puerta. Mi sombra se escondió justo cuando la puerta se abrió. Era ella. Tenía el rifle colgando de su espalda y el machete al costado de su cintura. Además de eso, estaba tirando del carrito que se llevo, en el cuál ahora estaba refleto de ramas de arbustos, hiervas y creo que algunos frutos.
Dejó sus cosas a un lado y me acerco algunas ramas para que comiera. La verdad, yo no quería comer eso pero tenía hambre. La miré de nuevo y parecía cansada, sin duda es una joven muy valiente para salir a estás horas de la noche y con esos lobos merodeando cerca. Volví a mirar la rama y mordí unas hojas. Me extrañe un poco porque no sabían mal. Y volví a dar otro bocado. Ella se rió por lo bajo y...

-Tn: Parece que te gusta- dijo de forma algo alegre- Te traeré más.
Dejo la rama a mi lado y fue a buscar más ramas.
Sin duda Lucifer me las pagará por esto pero por suerte no está aquí para verme en este estado.

Narra Tn

Ahora si estaba exhausta. Pero bueno, tenía que acomodar algunas cosas y cenar algo. Después de todo lo que paso a la tarde, estaba hambrienta.

Luego de comer un rico estofado y lavar todos los utensilios. Me dirigí a mi habitación que se encontraba en la segunda planta. Pero antes le eche un vistazo al cervatillo. Parecía que ya estaba dormido.
Cuando llegue a mi habitación, me puse el pijama y estiré un poco. Me acomodé en mi cama y me pusé a pensar en lo que hice hoy. Fueron muchas cosas, y las más interesante de todas fue que lo encontré a el, un cervatillo mediano y muy lindo, de un color rojizo con negro...por los colores se parece mucho a él, Alastor... mmm debería ya dormir.

...

Narrador omnisciente

Luego de unos minutos se quedó profundamente dormida. En cambio, cierto demonio, seguía despierto. Este le pidió a su sombra que inspeccionara la casa pero al no encontrar nada raro, hizo que está vuelva a su forma normal. No quería confiarse ni nada porque no sabía de lo que era capaz esa muchacha. Así que sin más nada que hacer se dispuso a dormir.

...

Al día siguiente la joven ya se encontraba en la cocina tomando un buen desayuno. Se había levantado con muchas energías. En cambio el ciervo, seguía durmiendo.
Hoy no tenía nada nuevo que hacer, solo seguir haciendo su trabajo desde casa. En toda la mañana estuvo pensando en como ayudar al cervatillo. En cuanto se despertase vería si no estaba lastimado, le daría de comer y lo sacaría a su patio para que valla al baño. Todo marchaba bien.

Narra tn

Terminé de desayunar y me fui a ver al cervatillo. Seguía durmiendo, así que me quede un rato ahí para poder atenderlo ni bien despierte. Puse algo de música de los años '30, con un volumen moderado para no despertar de golpe al pequeño cervatillo. En realidad habían muchas canciones de esa época que me gustaban. Esperé aproximadamente unos 10 minutos, ya que esté se despertó. Miró para todos lados y me vio, luego siguió mirando a su alrededor hasta que encontró de donde provenía el sonido.

-Tn: Hola... Buenos días. Espero que no te moleste algo de música... es de los años '30. Logré modificar una radio algo antigua para que ponga música de esa época....-dije.

Al parecer, le llamó la atención la radio y quiso levantarse pero cayó e hizo un sonido de dolor. Creo que tiene una de sus patitas lastimadas, espero que no esté rota. Me le acerque y...

-Tn: emmm... dejame ver por favor, así te puedo curar si estás lastimado.-me gruño- Mira, ya te lo dije. No te haré daño... y si te duele discúlpame.- Me acerqué cuidadosamente a el y toque delicadamente una de sus patitas. Parecía que no había nada, hasta que agarré su patita derecha. Soltó un leve sonido de dolor pero no tan fuerte como el de antes.

-Tn: Tal vez te duela lo que vaya a hacer pero necesito tocar un poco más para ver si no tienes algún hueso quebrado.-dije de forma tranquila.

Seguí tocando y el lanzaba pequeños sonidos de dolor. Al parecer no tenía nada roto y eso me alivio.
Por lo visto solo le tendría que vendar un poco, y hielo no hacía falta porque no había inflamación lo suficientemente para preocuparse. Me aleje de el en silencio y fui a buscar mi equipo de primeros auxilios a la cocina. Cuando regresé, me senté en el piso junto a el y abrí el botiquín. Saque las vendas y...

-Tn: Pequeño ciervo, voy a tener que ponerte esto- lo dije al mismo tiempo que le mostraba las vendas.- Te va a doler mientras te pongo las vendas, así que no me muerdas o golpees por favor. Y trata de no moverte.- dije seria.

Proseguí a vendarlo, aunque le dolía y soltaba sonidos bajos de dolor, no intentó hacerme nada. En cuanto terminé, guarde todo en su lugar y volví con el.

-Tn: Ten, come algo...-le puse enfrente de el algo de hojas y frutas- En cuanto termines te llevaré afuera para que puedas hacer tus necesidades.

...

Luego de meterlo a casa de nuevo, fui a hacer mi trabajo. No sin antes alcanzarle algo de agua. Cosa que se me había pasado por alto, en la noche.

Ya eran las 12hs del medio día. Si que pasó el tiempo volando pero al menos ya había terminado con la mitad de mi parte. A la tarde seguiría con la otra mitad.

Narrador omnisciente

Así pasaron algunos días. Estaban bastante tranquilos y al parecer se estaban acostumbrando a la compañía del otro. Aunque al que más le costaba estar en confianza fue al ciervo. Eso sí. no se dejaba tocar por la joven y cada vez que ella lo intentaba este gruñía, así que esta se iba a hacer otras cosas resignada. El estaba mejor, ya se podía levantar solo para ir a hacer sus necesidades y comer su comida sin que nadie se la esté alcanzando. Pero aún no podía caminar bien.

...

Era de noche ya, y la chica aún no volvía. En todo ese tiempo Alastor estuvo investigando y curioseando por la casa. Ya era tarde, por lo que vio en un reloj digital. Iban a ser las 1 de la madrugada y la chica no volvía. No sabía demorarse tanto y sin quererlo se preocupo un poco por su bienestar. Cuando el reloj llego justo a las 1am, vio una sobra que fue rápidamente a la cocina, ni siquiera reaccionó cuando de golpe entro la joven llena de sangre por todo su cuerpo y parecía que estaba muy maltratada y cansada, ya que se apoyo de un costado en la puerta. No entendía lo que pasaba y sin darse cuenta se levanto de golpe de su cama y dio dos pasos en dirección a la chica.
La joven al darse cuenta de su compañero de hace unos pocos días, se quedo sorprendida ya que por una fracción de tiempo se olvidó de él.