Capítulo 2: Frágil como cristal

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Flash no estaba seguro de que había estado esperando al llegar a Monte Justicia a las cinco de la mañana, pero seguro que no era a Conner en pijama preparando el desayuno en la cocina.

-Hola... -El niño lo saludo al verlo.

Flash podría ser despistado en muchas ocasiones, pero no era tan tonto como para no ver que el chico estaba extremadamente pálido y temblaba levemente.

-Buenos días, chico. -Saludo con una sonrisa, acercándose. - ¿Cómo te sientes? –

Conner solo se encogió de hombros ante la pregunta. Se despertó a la cuatro y media de la mañana con una pesadilla, y no logrando volver a dormir, decidió empezar a preparar el desayuno. Lo que menos espero, fue encontrarse con el mentor de uno de sus amigos.

- ¿Qué estás preparando? -Flash intento entablar una conversación.

-Panqueques... -Conner le contesto. - ¿Quieres? –

Si hay algo a lo que Flash, al igual que su sobrino, nunca se negarían, es a comer algo.

- ¡Sí! -Asintió. - ¿Te ayudo a prepararlos? –

-No hace falta. -Conner aclaro. -Pero puedes ir poniendo los platos en la mesa si quieres. –

Flash no dudo en comenzar a poner tazas y platos sobre la mesa, mirando de vez en cuando al cocinero que apenas le prestaba atención.

-Y, ¿qué vas a hacer hoy? -Cuestiono.

-Estar en mi cuarto. Jugar con Wolf... quizás salir a correr por el bosque... -Conner divago, tratando de no ser maleducado.

Él, en realidad no tenía ganas de hablar, solo pensaba preparar el desayuno, dejárselos a los demás, y volver a encerrarse en su cuarto.

-Oye, ¿y qué te parece si hacemos un picnic mentores-protegidos en el bosque? -Flash sugirió. -Podemos jugar con Wolf, correr, nadar en algún lago... o quizás ir al mar... ¿No suena divertido? –

-Seguro, se divertirán mucho. -Conner contesto, apretando con más fuerza la sartén donde estaba cocinando.

- "Nos" divertiremos. -Flash corrigió. -Tú también vienes. –

-Dudo mucho que Superman quiera venir, y él es mi mentor, sino no sería una salida mentores-protegidos. -Conner replicó.

"De acuerdo, esto no está saliendo como debería... aunque al menos esta hablando conmigo." Pensó el velocista.

-No eres solo el protegido de Sups. Eres también el mío. -Flash aclaro, y se sorprendió ante la mirada incrédula que le mando el niño.

-No es cierto. Hoy es el primer día que cruzas más de dos palabras conmigo. -Conner acotó. -Si solo estás haciendo esto porque sientes lastima por mí, mejor ahórratelo y ve a divertirte con Wally. –

El niño no pudo evitar comenzar a temblar, conteniéndose para no llorar. Estaba lo suficientemente mal por el rechazo de Superman, no necesitaba la compasión de los otros mentores.

Flash noto enseguida como Conner apretaba la sartén, y empezaba a temblar más fuerte. Sin dudarlo, lo jalo para que se diera la vuelta, y lo envolvió en un abrazo, sorprendiéndose al ver que se tensaba por el contacto.

-Chico, no estoy haciendo esto por lastima. Lo hago porque me importas, ¿de acuerdo? -El velocista declaro, completamente serio. -Debí haber intentado conocerte antes, y me arrepiento de no haberlo hecho, pero no creas que te tengo lastima, o que no quiero estar cerca de ti. Quiero divertirme contigo, y poder charlar como amigos, o como mentor y protegido. –

Conner, en los ocho meses que llevaba fuera de CADMUS, solo había recibido abrazos de sus amigos, y eran pocas las veces en que lo hacía. Se tenso al sentir los brazos de Flash a su alrededor, y sus palabras solo lo hicieron querer llorar más.

- ¿Por qué quieres hacer todo eso conmigo? Solo soy un arma con sentimientos humanos... -El niño murmuro soltando unas lágrimas, y el mentor lo apretó más fuerte.

-No, no lo eres. Eres un niño que necesita compañía y cariño. -Flash le aclaro. -Y ahora nosotros nos vamos a encargar de dártelo. –

Conner no quiso preguntar a que se refería con "nosotros", y solo se dejo abrazar por el mentor de su amigo, hasta que, sintió olor a quemado y tuvo que desprenderse para salvar su panqueque.

Flash se quedó sentado en una silla el resto del tiempo que el niño preparo panqueques, tratando de hacerlo hablar. Algo, para él, tan complicado como sacarle información a Batman. El mentor no podía creer que un niño pudiera ser tan cerrado sobre sí mismo, considerando que su protegido, Wally, hablaba de él muy de vez en cuando.

Conner termino de preparar el desayuno, tratando de responder las preguntas del mentor de su amigo; sin embargo, como no tenía ganas de hablar, en muchas ocasiones solo se encogió de hombros o respondió con monosílabos. De todas formas, de todo eso quedo confirmado a sus ojos que, de tal palo, tal astilla con los velocistas. Wally es igual de charlatán que su mentor.

-Si quieres, puedes comenzar a desayunar. -Conner le dijo al superhéroe, dejando un plato con panqueques frente a él. -Los demás no se despertarán hasta un par de horas, lo que les da tiempo a los panqueques de enfriarse. –

- ¿No desayunarás conmigo? -Flash miro al niño, confundido.

-No tengo hambre. -Conner le respondió. -Además, tome como dos tazas de café mientras preparaba la mezcla de los panqueques. –

-Eso no es suficiente comida. -Flas negó. -Te daré algunos de mis panqueques. –

-No hace falta. No tengo hambre. -Conner retrocedió.

-Chico, no puedes solo desayunar eso. Necesitas más comida. -El héroe replico, levantándose de su asiento. -Ahora, ven aquí, y desayuna algo más. –

-Lo devolveré. Enserio, estoy bien. -Conner se negó, retrocediendo más.

Flash miro con seriedad al niño frente a él, considerando si volverse serio y obligarlo a comer, o dejarlo ir.

-De acuerdo, pero prométeme que, si tienes hambre, vendrás y me lo dirás. -Suspiro, no es bueno para ser una persona estricta.

-Te lo prometo. -Conner asintió. -Voy a mi cuarto. –

El niño prácticamente huyo de la cocina, dejando a Flash solo con el pensamiento de que quizás, si debería haberlo obligado a comer.

Más tarde, no dudo en preguntar a Kaldur y Megan qué desayuna Conner regularmente.

-Cuando está feliz, come lo mismo que nosotros... como dos tazas de café, y un plato lleno de cereal, panqueques o lo que sea que hayamos preparado. -Megan le contesto al velocista.

-Cuando esta triste, en cambio, apenas lo vemos comer algo. En general solo toma café, y a lo sumo, si estamos cerca, mordisquea alguna galleta u otra cosa. -Kaldur explicó. - ¿Por qué lo preguntas? –

- ¿Le hace mal comer menos? -Flash comenzaba a inquietarse y regañarse mentalmente por dejar ir al niño tan fácilmente.

-Creo que no. -Megan y Kaldur se miraron. -Nunca se ha desmayado, ni nada... ¿Por qué? –

-Quería que desayunara conmigo, pero dijo que no tenía hambre. Que había tomado dos tazas de café y con eso estaba bien. -Flash explicó, y se gano una mirada aguda de Batman.

- ¿No lo obligaste a comer algo? -El héroe de Ciudad Gótica se recrimino no levantarse temprano o él mismo hubiera hablado con Conner.

-Lo intente... pero no soy bueno para ser duro con los niños. -Flash se excusó. -Además, dijo que devolvería el estómago si lo obligaba a comer. –

-Bueno, eso sí puede pasar. -Kaldur comentó. -Una vez, hace unas semanas, Artemisa y yo lo obligamos a que comiera, y dos minutos después de terminar, vómito todo en el tarro de basura... -


No me dejes caerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora