Capítulo 5: Negligencia y el desconfiar

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La parrillada en el bosque estaba yendo muy bien, Aquaman y Green Arrow estaban jugando con los niños en el lago, mientras Flash cocinaba en la parrilla siendo supervisado por Batman y Black Canary.

-La comida ya casi está. -Declaro el parrillero, mirando a los otros mentores. - ¿Conner no ha llegado? –

-No. -Black Canary le contesto. -Alguien debería ir a buscarlo. –

-Yo iré. -Martian Manhunter se ofreció. -Les avisare si sucede algo. -

Conner caminaba por el bosque con Wolf pegado a su lado, cuando sintió la presencia de alguien cerca

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Conner caminaba por el bosque con Wolf pegado a su lado, cuando sintió la presencia de alguien cerca.

-Sé que estas aquí, sal. -Exigió, medio molesto.

-Lo siento, me distraje admirando el lugar. -Martian Manhunter se disculpó, apareciendo de entre los árboles.

- ¿Necesitas algo, John? -Conner cuestiono, mirándolo con duda.

-El almuerzo está listo, ven a comer. -El mentor declaro, y le sonrió.

-Podrían solo haber gritado. -El menor refunfuño y siguió al mayor por el bosque.

-Conner, ¿no te gustaría quedarte con nosotros después del almuerzo? -John propuso, flotando a su lado. -Seguro podemos divertirnos todos juntos. –

-No, gracias. -Él negó. -Volveré a Monte Justicia después de comer. Quiero leer unos libros de la biblioteca. –

- ¿Qué libros? -El mayor cuestiono, medio curioso.

-Unos sobre botánica. -Conner le contesto sin mirarlo.

-Sabes, me gustan mucho las plantas, tal vez los conozca. -Martian Manhunter comento. -Vivir aquí debe ser hermoso, rodeado de tanta naturaleza. –

-El bosque es precioso. -Conner concordó. -La base en cambio... esta llena de tecnología ruidosa. –

- ¿Por eso no te quedas allí mucho tiempo? -El mayor pregunto, recordando a su sobrina comentarle sobre eso.

-Me gusta la base cuando mis amigos están en ella. -El menor explicó, desviando la vista. -Cuando estoy solo... es una prisión. –

-Si fuera una prisión, no deberías poder salir de ella. -John argumento, confundido.

-No puedo. -Conner declaro y se volvió para verlo con seriedad. -Cada vez que uso el tubo zeta cuando estoy solo, alguien me llama por el intercomunicador y me recuerda que no debo salir solo, o me pide que le diga porque salí... Es una prisión, camuflada para parecer un lugar seguro. –

-Nunca... lo pensé de esa manera. -John reconoció. - ¿Por qué no dijiste nada? –

- ¿Acaso iban a escucharme? -Conner lo miro con incredulidad. -Olvídalo, de todas formas, no importa. –

John quería decir que si importaba, pero llegaron al claro donde los demás estaban almorzando y perdió la oportunidad.

Batman y Flash observaron comer a Conner y se sintieron un poco aliviados al notar que si parecía tener hambre. El almuerzo termino y los chicos arrastraron a su compañero al agua con ropa incluida.

- ¡Oigan! Al menos pudieron haberme dejado quitarme las zapatillas y la remera. -Protesto el menor con cariño, mientras Kaldur lo ayudaba a flotar.

-Te lo mereces por no aparecer hasta el almuerzo. -Wally le contesto con una sonrisa orgullosa.

-Art. -Conner nombro y su amiga golpeó en la cabeza al velocista. -Gracias... Kal, ¿puedes llevarme a la orilla? –

-Claro. -Su amigo asintió y lo llevó hasta el borde del lago. - ¿Quieres que te seque? –

-No hace falta, me quedare aquí por un rato. -Conner le indicó, sentándose con los pies en el agua. Se quito la remera y las zapatillas para que se secaran, arremango su pantalón y comenzó a mover sus pies de un lado a otro, deformando su reflejo en el lago.

Conner pretendía quedarse hasta que su ropa estuviera seca y luego irse sin que nadie lo notara. Desgraciadamente, cuando puso en marcha su plan, alguien lo siguió.

-John, ¿hay alguna razón por la cual estes siguiéndome? –Cuestiono sin mirar.

-Solo estoy preocupado. -Le contesto el mayor. -Lo que dijiste sobre que no importaba si te escuchamos o no... -

-Mira, tengo una leve idea de la razón por la que todos los mentores están tratando de acercarse a mí, y tienen que detenerse. Esto es ridículo, ninguno me hablaba hasta ahora, y lo único que han hecho hoy es acecharme y hacerme preguntas que cualquiera de mis amigos puede responder. -Conner encaro al mentor, cansado. -Ya basta, que Superman me odie no es razón para que se obliguen a hacer algo que no quieren. –

-Conner... nadie nos esta obligando a hacer nada que no queramos. -John declaro, preocupado. -Nos dimos cuenta de que nunca pasamos tiempo contigo y queremos compensártelo, es todo. –

El menor resoplo ante esto, y por su tristeza tan fuerte, John vio por accidente algunos de sus recuerdos, donde los mentores, incluyéndolo, parecían no darse cuenta de que estaba ahí.

-Tu... no confías en nosotros... ¿verdad? -Murmuro, sin darse cuenta. -No crees que podemos cuidarte o protegerte... ni siquiera ser tus amigos. –

- ¿Por qué habría de confiar en personas que hasta ahora solo me han visto como un arma, si es que me han visto? Paso desapercibido para todos la mayor parte del tiempo. -Conner farfullo, y siguió caminando. -Si algo me pasará, dudo mucho que alguno de ustedes lo note. –

John no volvió a seguir al niño. Se quedo parado en medio del camino, con sus palabras resonando en su cabeza. 

No me dejes caerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora