El chico de la capa roja.- BajiFuyu

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Antes que nada, una disculpa, había perdido esta cuenta pero logre recuperarla ):

Disfruta la lectura.

—¿Y mi hermano? ¿Dónde está? El padre Taiju dijo que lo liberaría.

Alegaba Nahoya desesperado al joven guardia rubio y de ojos claros. Inui estaba ensombrecido de tristeza por tantos actos impuros que había visto, lo único que pudo hacer fue darle una corta mirada piadosa.

—Ya lo hizo...

Nahoya corrió velozmente a la prisión donde el pequeño Souta yacía encarcelado. Fue ahí donde lo hayo tendido sin vida sobre la paja, con notables muestras de azotes y quemaduras... Nahoya se desplomo a su lado, pues había vendido a su amigo por nada.

En otra parte la abuela Matsuno llegaba a la celda de su nieto, le llevaba algo de comida y preguntaba si necesitaba algo mas, valientemente el rubio solo negó y le mostro un vidrio roto que siempre guardaba en el interior de sus pantalones.

—Chifu, no quiero que uses eso... Además el pueblo hace lo posible por buscar al lobo, veras como pronto lo capturan y tu serás libre. Dios no permitiría esta tragedia.

—No abuela, eso es antes del anochecer y es peligroso, todo es una trampa. -Decía Chifuyu desesperado. No deseaba que más personas se sacrificaran por el.

—Cariño, el lobo te quiere a ti, además primero mato a Hina y..-

—No, abuela, yo no lo sabía pero Hina amaba a Takemichi y cuando supo de mi compromiso se entrego sola al lobo...

Su abuela guardo silencio y con una mirada fría y sombría boto la canasta con comida y sostuvo los barrotes con fuerza.

—¡No vuelvas a decir eso, Hina nunca haría tal cosa! El lobo ni siquiera estaba interesada en ella porqu-

Inui al escuchar tal escándalo entro y saco a rastras a la vieja mujer, dejando a Chifuyu confundido y también asustado...

Por otro lado Baji llenaba barriles con gasolina y los montaba en las carretillas, su plan estaba funcionando y ahora solo debía verse con Takemichi, pero antes de eso se topo a su amigo Kazutora quien con una sonrisa traviesa llevaba rato observándole.

—Oi, Baji~ Pareces ocupado, eh...

Du mirada fue directo a los barriles y el pelinegro solo maldijo y desvió la mirada.

—Creo que sabes de sobra lo que pretendo así que te ruego no digas una sola palabra.

Kazutora solo creció su sonrisa y ladeo su cabeza dejando sonar el cascabel que siempre portaba.

—¿En qué te ayudo...?

Baji sonrió y ambos chocaron sus puños mientras iniciaban un nuevo plan donde Kazutora formara parte de ello. Mientras tanto, Takemichi se encontraba afilando su herrería y preparándose en el interior de su taller, hasta que recibió una inesperada visita. La abuela Matsuno.

—Hola, Mitchy, te traje esto como agradecimiento por defender a mi nieto, se lo mucho que lo aprecias.

La abuela lo abrazo y Hanagaki correspondió al abrazo, pero algo andaba mal...

—Solo dije lo que sentía.

Se separo y tomo unas cuantas galletas de la canasta, la abuela en cambio se situó detrás suyo sin sacarle la mirada.

—Fuiste muy valiente... A pesar de que ya no se casaran.

—El está enamorado de otro, pero no significa que ha dejado de importarme.