El chico de la capa roja.- BajiFuyu

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Una disculpa, se que me he demorado mucho, pero no la estoy pasando bien...

Disfruta la lectura.

—Te estaré esperando, Baji-san...

Tras despedirse, el rubio le observo irse corriendo lejos de aquella cabaña. Chifuyu se apoyo contra la pared y con una boba sonrisa no demoro en dar saltitos de alegría arrojando montones de paja al aire pues nadie era capaz de arruinarle esa felicidad que sentía.

Oficialmente le pertenecía a su más grande amor y ahora se marcharían juntos de esa aldea condenada a la desdicha. Sus más grandes deseos estaban cumpliéndose de uno en uno.

Con el pasar de los minutos su felicidad de esfumo. Un estruendo y cientos de gritos resonaron a las afueras de la cabaña. Un revuelo estaba sucediendo y por lo que oía las cosas estaban poniéndose aun peor.

"¡Corran, escóndanse! ¡El lobo esta aquí, en la aldea!"

Chifuyu sintió que su cuerpo entero se congelada ¿Cómo podía ser posible que un momento tan hermoso de pronto se viera borrado por ese ataque? Rápidamente salió del granero y corrió en busca de su amado, pero lo único que encontró fue el infierno...

Montones de personas corriendo despavoridas, las fogatas habían caído e incendiado algunas cabañas, los guardias corrían y buscaban cazar aquella bestia que no paraba de correr de un lado al otro. Montados en sus blancos caballos y blandiendo sus espadas peleaban y gritaban "¡Maten al lobo!" pero era este quien se estaba deshaciendo de todos uno a uno.

—¡¿Por qué demonios es tan fuerte?! Su descendencia debe ser de más de 10 años. -Gritaba Taiju furioso al ver la fuerza con la que los enviaba volando de solo recibir una patada suya.

Era tan fuerte y tan grande, incluso su pelaje era brillante y sedoso a pesar de ser tan oscuro... No podía creer lo que pensaba en ese momento, pero le parecía sumamente hermoso.

De no ser por Nahoya quien saco a Chifuyu de aquel trance hipnótico y lo hizo correr, habrían sido aplastados por la carpa con maderas que se desplomo a un lado segundos después.

El pelinaranja se llevo lejos a su amigo y buscaron esconderse en una de las casas más cercanas.

—Debemos de ir hacia la iglesia, el lobo no pisara el suelo sagrado.

Decía chifuyu mientras seguían corriendo, pero ahora parecía imposible llegar a aquel lugar pues cientos de llamas rodeaban el camino.

Ambos estaban asustados y con temor de la masacre que afuera sucedía, pues oían como gritos de dolor desgarraban la garganta de las victimas que muertas caían por los ataques del lobo.

—¡Ahora, atrápenlo!

Grito Taiju en un instante que el lobo bajo su guardia. Este parecía estar buscando algo en los alrededores y por ello sintió como de pronto su pata trasera fue atrapada por una soga, seguido de una más en su pata delantera.

Aquello lo enfureció tanto que antes de que sus lanzas y espadas cayeran en su piel, este tomo la soga con su hocico y tiro de ella con fuerza, haciendo caer a los guardias y después llevando a otros más arrastrando por el suelo cuando se echo a correr.

Las duras y afiladas rocas lastimaban los cuerpos y rostros de esas pobres almas, dejándolas irreconocibles y desangrándose con ello.

—¡Es muy fuerte, no lo lograremos! .- Gritaban asustados y perdiendo su fe los guardias que aterrados miraban como disminuían en número.