Supervivencia en los ultimos días de América

7. El buscador de familias

　Fuera de la carretera, dentro de una casa abandonada.

　　La débil chispa de la lámpara de queroseno iluminó el oscuro dormitorio y Brian se sentó en el borde de la cama para examinar cuidadosamente el estado de la pantorrilla dislocada de Sarah.

　　No hace mucho, después de enterarse de que habría una gran cantidad de personas infectadas en el puente, supieron que el puente debía ser extremadamente peligroso.

　　Entonces buscaron una pendiente alta, con la esperanza de encontrar a Joel y Tommy en el lugar alto, pero a excepción del área iluminada por las luces de la calle, todo estaba oscuro.

　　Solo el rugido de los disparos desde la dirección del puente y el rugido incomparablemente agudo de los infectados resonaron en la noche oscura.

　　La búsqueda fue infructuosa, y Brian solo pudo llevar a Sarah en su espalda por la otra dirección del puente para encontrar la casa abandonada junto a un lago al lado de la carretera.

　　Planea descansar bien esta noche e ir al puente para verificar la situación cuando amanezca mañana por la mañana.

　　Cuando entraron en la habitación, ya estaba desordenada, y todo tipo de cosas estaban esparcidas por todo el lugar. Obviamente, los residentes aquí conocían la situación exterior y se fueron temprano.

　　La electricidad en la casa no está disponible por alguna razón. Hay un generador en el sótano, pero la tapa está abierta y toda la gasolina del interior se ha vaciado. Creo que debería haberse vaciado cuando la familia se fue.

　　Afortunadamente, Brian encontró una lámpara de queroseno que funcionaba en el cuarto de servicio exterior, que era la única forma de obtener un rayo de luz en la oscuridad.

　　Al observar el enrojecimiento y la hinchazón de las articulaciones de la pantorrilla de Sarah que han comenzado a aparecer, es concebible que, sin un tratamiento eficaz, los síntomas de enrojecimiento e hinchazón se vuelvan cada vez más graves, e incluso pueden tener secuelas irreversibles.

　　"¡Esto es un problema!"

　　Mirando a la ya soñolienta Sarah, Brian suspiró suavemente, se levantó y apoyó el cuerpo de la otra persona, haciéndola acostarse en la cama.

　　Luego bajó las escaleras a la sala de estar para encontrar un palo de madera dura y tomó dos bufandas de la percha antes de regresar a la habitación en el segundo piso.

　　Llegando al lado de Sarah, Brian puso el palo junto a su pantorrilla dislocada y lo envolvió con fuerza alrededor de su cuello.

　　No sabía que el tratamiento de las fracturas no funcionaría para el tubo dislocado, pero ahora no tenía más remedio que ser un caballo muerto y un médico de caballos vivo.

　　Después de terminar todo, Brian encontró una cama y un edredón en la habitación de al lado y los extendió en el suelo, cerró la puerta del dormitorio y la cerró con llave, y luego usó una silla para sujetar la puerta con firmeza.

　　Después de apagar la lámpara de queroseno, Brian tomó el cuaderno que estaba sobre la mesa, con un papel de carta en él, que parecía haber sido escrito por el residente fallecido para sus familiares.

　　Sin importarle lo anterior, lo tiró a un lado, puso el cuaderno debajo de su cabeza, y se escapó y corrió toda la noche, agotando todas sus fuerzas mentales y físicas. Sintió el calor que le brindaba la colcha, y solo se sintió extremadamente cómodo. .

　　"¡Cómodo!"

　　Tan pronto como cerró los ojos, una somnolencia ilimitada inundó su mente como una marea, e instantáneamente controló su cuerpo, su conciencia se volvió cada vez más borrosa y cayó en un sueño profundo después de un tiempo.