Foreword

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Apagué la alarma de mi teléfono tan rápido, que ni siquiera dio lugar a que el primer eco del despertador comenzase a sonar. Llevaba un tiempo despierto. Para ser sinceros, prácticamente no había dormido en toda la noche. Los nervios me consumían por dentro, y con sólo pensarle mi pulso se aceleraba.

Habíamos acordado vernos justo después de comer, por lo que tenía tiempo de sobra para prepararme, o al menos eso es lo que creía. Desayuné lo primero que vi, repasé mi rostro para que no quedara rastro de ningún vello y me dispuse a darme una ducha de agua fría con la tonta idea de que tal vez eso me ayudase a calmar un poco mi mente.

Me percaté que el reloj marcaba las 3:30 pm. Aún quedaba media hora para que dieran las cuatro, hora a la que habíamos quedado. El lugar en el que nos encontraríamos estaba cerca de mi casa, por lo que no tardaría mucho en llegar, pero una vez más los nervios me vencieron y acabé por esperarle allí la media hora restante.

Estaba sumergido en mi propio mundo, escuchando música con los auriculares, cuando de repente el claxon de un coche me transportó de nuevo a la realidad. Detuve el reproductor, miré atentamente y le vi acercarse más y más hasta detenerse delante mía.

Una vez dentro, nos quedamos mirándonos fijamente, en silencio. Casi al mismo tiempo se nos escapó a ambos una pequeña sonrisa. La ola de sentimientos que invadió mi pecho tan solo con ese pequeño gesto fue indescriptible, tenía una sonrisa preciosa.

- ¿Dos besos, o ...? - Fue lo único que me atreví a decir.

Cuando quise darme cuenta, me había atraído hacia él para fundirnos en un tierno e intenso abrazo. Nos miramos fijamente una vez más, y lentamente comenzamos a separarnos.

- ¿Dónde te gustaría ir?

A Year of Our LivesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora