- 23.09.2021 -
Toda la familia se encontraba alrededor de ella, agarrados fuertemente de la persona que tenían a su lado. Todos estábamos callados, llorando. No nos atrevíamos a decir palabra, a pesar de que esta sería nuestra última oportunidad. Éramos consciente de ello, no podríamos volver a verla.
Mi madre fue la primera en perturbar el silencio que reinaba en la sala, sentándose a orillas de la cama y entrelazando sus dedos con los de ella.
Fue una situación en la que tantas emociones colapsaban mí mente, que ni siquiera soy capaz de recordar con exactitud las palabras que le dijo. Hoy en día lo único que recuerdo de ese momento fue cuando, tras despedirnos de ella, los profesionales encargados del sedante comenzaron con su tarea.
Ver el brillo de sus ojos apagándose, hasta quedar completamente cerrados, es la imagen que me perseguirá por siempre.
Luego de que los médicos finalizaran su trabajo y se marcharan, abandoné la habitación, necesitaba tomar un poco de aire. Mis hermanas hicieron acto de presencia, acompañándome. Nos quedamos un rato observando el cielo, viendo las nubes pasar.
— ¿Qué tal tu primer "mesversario"? — Preguntó una de ellas, dirigiendo su mirada hacia mí. Solo ellas conocían la verdad respecto a ese tema.
— Inolvidable. — Respondí. Realmente así era, aunque quisiera, no podría olvidarlo.
- 24.09.2021 -
Los rayos del sol comenzaban a hacerse visibles a través de las cortinas de mi habitación. En toda la noche no fui capaz de conciliar el sueño. Tan solo pude descansar en cortos periodos de tiempo, donde mi cuerpo caía rendido ante la presión, para a los pocos minutos despertar nuevamente y seguir dando vueltas en la cama, empapado entre lo que no era más que mis propias lágrimas.
Me encontraba tan aturdido que no era capaz de enfocar la vista para mirar el despertador. Realmente ni siquiera importaba que hora era, para mi todos los días eran iguales desde que la abuela empeoró con su enfermedad.
Abajo el ambiente no era mucho más diferente. Toda la familia paso la noche en casa, acomodándose donde podían para intentar descansar lo máximo posible, tarea que fue prácticamente imposible. Sabíamos que su tiempo en este mundo estaba por finalizar.
B I T T E R G O O D B Y E
El frío aire de la madrugada inundaba plenamente mis pulmones. Ahora todo era diferente, y saber que ya no volverás a ver su rostro al despertar por las mañanas es algo que realmente te cambia.
Los pensamientos se agolpan uno tras otro, amontonándose como los vagones de un tren que acaba de descarrilar.
La sala comienza nuevamente a ser el punto de reunión de tantas y tantas personas, conmemorando el alma de la difunta en un intento de que su despedida sea la mejor posible.
¿Cómo debería sentirme ahora? ¿Qué me queda después de esto? Dicen que es normal sufrir al principio, que somos humanos y es lo natural, pero, ¿cómo lo superas cuando cada rincón de la casa te recuerda a ella?
Su aroma, su voz ... su sonrisa. Al igual que ella, permanecerán eternamente en nuestros corazones.
En memoria de Luisa Torres Méndez.
Amada hija, hermana, madre y abuela. Nunca te olvidaremos.
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A Year of Our Lives
Non-FictionEsta historia, en sus inicios, era parte de los regalos que tenía preparados para mi pareja al cumplir un año de relación. Sin embargo, a medida que paso el tiempo, se convirtió también en una válvula de escape donde poder plasmar mis emociones. Est...
