V→ Un accidente

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En el motel, entró Tonny antes para coger habitaciones. Dos habitaciones.

— Tu llave, mi llave. Mañana saldremos a las seis de la mañana.

— Entendido.

Lo miró triste, y se fue a su habitación. A Luke no le importó, y una vez en su habitación empezó a contestar mensajes por el ordenador. Un mensaje le llamó la atención.

???: Hola, Luke Brandon. Queríamos contactarle para decirle que queremos transpasar su empresa a California.

Luke se sorprendió ante tal mensaje.

Luke: Hola, disculpe. ¿Quién es usted?

???: Soy uno de los comerciantes que desean comprar su empresa.

Luke: Ya, pues no está en venta. Lo siento.

???: Espere, quería decir transpasarla.

Luke: ¿Con el fin de qué?

???: De poder ofrecerle un edificio más grande y más amplio para su negocio.

Luke: Es una farsa.

???: ¿Qué dice?

Luke: Tonny, ¿eres tú?

???: ¿Quién es Tonny?

Luke: Casualidad es tu mismo teléfono.

Enfadado, salió de su habitación y fue a hablar con Tonny a la suya. Le abrió la puerta.

— ¿Qué ocurre?

— Que ¿qué ocurre? Que me estás acosando por internet intentando venderme algo que nunca conseguiré. Eso ocurre.

Luke se quedó en el marco de la puerta esperando una respuesta. Tonny no respondía.

— ¿Algo que decir al respecto?

— Me aburro, ¿vale? —confesó.

— ¿¡Y eso te da derecho a quitarme mi tiempo con tus tonterías!?

Tonny cerró la puerta de un portazo y Luke volvió a su habitación, donde volvió a recibir mensajes de él.

Luke: ¿¡Es que no te cansas!?

Tonny: Lo siento, tío. Ten en cuenta mis disculpas porque nunca me disculpo.

Luke: Que dejes de llamarme así.

Tonny: Lo siento, Luke...

Luke: Ven aquí y arrodíllate ante mí.

Tonny: Estás fumado si crees que voy a arrodillarme ante alguien.

Luke: Pues no te perdono.

Cortó la línea, y al de pocos minutos Tonny tocó la puerta.

— Vaya, ¡el comerciante que quería mi empresa!

Sin decir nada, le pegó un puñetazo en la cara y cerró la puerta de la habitación. Lo tiró a la cama, y siguió pegándole hasta que se miraron. Las vibras y los sentimientos en ese instante eran inmensos, y acabaron comiéndose la boca.

En cuanto se separaron, ninguno entendió nada. Luke se levantó.

— Qué... Qué acaba de pasar...

— No me lo preguntes, ni yo lo sé.

— Vete, por favor... Vete.

— Me voy —dijo levantándose.

— Vete, vete, ¡vete ya, joder!

— ¡Que ya me voy!

Sin decir nada más, se fue cerrando la puerta. Ambos se pasaron la noche pensando en por qué se habían besado, y por qué les había gustado.

Dos idiotas de casualidad - Tonny×LukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora